¡Que vivan los militares
y viva el nombre de España!
¡Que viva la infantería
con su ilustre capitana!
Si he de morir en combate,
será blandiendo el machete,
para defender los fueros
de mi capitana en jefe.
Con la punta del cuchillo,
tengo de hacer en mi espada
un gran letrero que diga
¡Que viva la Inmaculada!
(Anónimo)