Desde que el muro de Berlín se vino abajo y pudimos contemplar atónitos lo que había detrás de él, la izquierda ha cambiado radicalmente su mensaje.
La estrategia sigue siendo la misma: el odio y el enfrentamiento, pero las causas son diferentes.
Con una habilidad estremecedora la izquierda es capaz de seleccionar una causa noble y convertirla en una cruzada contra los que no acatan sus premisas.
El método es siempre el mismo, ofensa, extorsión, aislamiento social, presión, amenaza... solo cambia la justificación.
Y de paso, se enriquecen... porque en la izquierda el emprendimiento no existe, pero la explotación del erario es dogma.
Así, el noble deseo de querer preservar el Planeta se convierte en un entramado de ONGs y asociaciones que montan numeritos y reciben millones de euros.
Detrás de Greta hay intereses empresariales (de la industria verde) y dinero a espuertas de las administraciones europeas... la niña es sólo una marioneta a la que han arrebatado la infancia para usarla como tapadera de las miserias de los ecolojetas.
Si una adolescente de Vallecas se sentase delante del parlamento con un letrero en defensa de los niños pobres de Africa, no saldría ni en la prensa local... como mucho sería invitada a marcharse - por la policía local - al cabo de unas horas. ¿Porqué lo que ha hecho Greta ha dado la vuelta al mundo?
Nadie en su sano juicio desea que la humanidad se extinga, que el planeta colapse o que se deshielen los polos, pero ni usted ni yo, al contrario de lo que hacen los de izquierdas, vivimos de ello.
Y para vivir de ello se sirven de la gente que, como no tiene problemas mas acuciantes, se pueden permitir el lujo de abrazar causas nobles.
El feminismo - por ejemplo - no existe en los países en los que para acceder a agua potable hay que hacer ocho o diez kilómetros diarios... allí con comer ya tienen bastante.
Las tontitas que hacen "performances" ridículas diciendo que yo soy un violador por el mero hecho de haber nacido con los cromosomas adecuados, no ganan dinero al hacerlo, pero las que las organizan y jalean, si. Es una suerte de explotación animal, pero con seres humanos que para sentirse bien consigo mismas, se avienen a hacer cualquier estupidez que les propongan.
Con el bailecito borreguil se transmite un mensaje terrible del que las bailarinas no son conscientes... pero permite a las feminazis justificar las obscenas entradas de dinero público con las que las acomplejadas administraciones riegan sus chiringuitos.
Del derecho al percibir un salario justo por un trabajo digno, los sindicatos hacen su negocio... roban a dos manos y - cuando manda la derecha - montan huelgas. Una noble causa que explotar en las administraciones, porque de las cuotas de sus exiguos afiliados, no pueden vivir.
Nadie - en su sano juicio - se opondría a que un pobre desgraciado que se ha visto obligado a abandonar su país para salvar la vida, sea acogido entre nosotros (al menos hasta que la situación en su país cambie). Todos entendemos lo que es un refugiado y nadie con corazón se puede negar a echarles una mano, pero la izquierda vive de ello... y mezcla deliberadamente a inmigrantes y refugiados (que son cosas diferentes) para justificar el dinero que recibe por atenderlos. En España hay algunos refugiados, pero la mayoría no lo son, no nos equivoquemos... y como no son lo mismo, no se les puede tratar igual, porque sería una enorme injusticia para los refugiados.
¿Quieren que siga?
Tras cada noble causa hay una organización de izquierdas sacando pasta de nuestros bolsillos... y si para conseguirlo hay que enfrentar a la sociedad, ofender, presionar, extorsionar y amenazar a los "demás", pues se hace y punto.
Todo por la pasta fácil... que trabajar cansa mucho.