Que el PP, cuando llega al poder, se vuelve gelatina es ya un hecho constatado.
Lo vimos con Aznar y lo estamos viendo con Rajoy.
El odiado Aznar, que nos sacó de la ruina choricera de Felipe “cantinflas” Gonzalez, no fue capaz de aplicar el cerrojo a los nazionalistas catalanes y vascos, ni de sacar una ley de huelga en condiciones, ni de blindar el derecho a la vida, ni de terminar con ETA, a pesar de que dio muchos mas pasos en ese sentido que los que Mariano “el sesteante”, parece estar dispuesto a dar.
Y eso que tenía una mayoría absoluta... mas o menos como ahora.
Haber quitado de enmedio al zopenco mas inútil que ha gobernado España, para dedicarlo a supervisar nubes mientras le chorrea la baba por la comisura de los labios, no ha sido suficiente.
Yo esperaba que con una mayoría aplastante, el de las barbas tendría la decencia de poner un poco de orden en el espantoso desaguisado en el que los gangsters del PSOE, nos habían sumido.
Y no hablo del tema económico, que también tiene su miga... hablo del tema social, moral y nacional.
Ahora, para colmo, se ponen a tontear con la ETA y a hacerle el juego a los enemigos de España... porque no olvidemos que los nazionalistas son – porque así lo dicen ellos - nuestros enemigos.
Como diría Jesulin de Ubrique: “en dos palabras: im – presionante”.
Enemigo sin complejos y príncipe tonto. Maquiavelo se estará frotando las manos en su tumba.
Voté a estos flojos para echar a Zapatero.
Sostengo que sólo por ver alejarse a esa legión de borricos e indocumentados de las moquetas de la Moncloa, mi voto fue bueno.
Ahora el numero de iletrados por metro cuadrado a disminuido considerablemente en el grupo gobernante, pero como sigan por este caminito, insisto, los va a votar otra vez su señora madre.