Dicen que han reunido más de un millón de personas en la manifestación independentista de Barcelona.
No voy a entrar en guerra de cifras… lo mas seguro es que, dada la fuente que proporciona el dato, habrán sido menos, pero lo cierto es que ha sido un montón de gente.
He dicho manifestación independentista y no me he equivocado.
El personal gritaba continuamente pidiendo la independencia de Cataluña y lo del Estatuto - que al fin y al cabo no deja de ser una aceptación del estado de las cosas - les traía al paido a un buen numero de manifestantes.
Además, Montilla, el cordobés reconvertido, ha salido escaldado del evento porque – parece ser – casi le pegan unos concurrentes.
Yo ante estos hechos tengo algunos comentarios.
Primero – y ante todo – darle las gracias a Zapatero por haber abierto la caja de los truenos… algo que no hacía ninguna falta ni tenía demanda social. Ahora, gracias a su estulticia irresponsable, estamos un pasito mas cerca de cogernos por el gañote.
Inmediatamente después, decirle a estos señores que sueñan con la “independencia” y se creen esta tontería de la “voluntad del pueblo”, que un millón de ciudadanos, los reúne cualquiera. En Madrid lo hemos hecho un par de veces (en defensa de la vida y en contra de la negociación con ETA) y no ha servido para nada… Este gobierno autista (por no aplicar un calificativo más rotundo) hace lo que le sale de donde dijimos, independientemente de lo que opinen los votantes. No en vano son socialistas y hacen lo mismo que sus ancestros: repartir la miseria, ponerse morados de robar y j… al ciudadano (sin ningún otro objetivo político reseñable).
Y por último, compadecerme de los catalanes normales (miedo me da aplicar este calificativo, no sea que me multe el filo-sodomita), que pueden, a la vista de lo expuesto, ver por donde van a ir los tiros si – llegado el caso – se produce lo de la independencia. Básicamente, los impulsores de esta basura (la burguesía egoísta y pesetera) saldrán pitando de Cataluña con los bolsillos llenos, los bolcheviques del nazi-onanismo catalán, paleto y cromañón, se harán con las riendas del poder a bofetadas y el ciudadano sensato se verá abocado a buscar piso en Zaragoza… o verse sometido a la dictadura de los idiotas. De los idiotas catalano-parlantes cuyos padres nacieron en Cádiz, Huesca o Ciudad Real.
Es así y ya se ha vivido antes de la Ley de Memoria Histórica.
Y yo, que soy catalán y me avergüenza que me asocien a esta chusma, pido disculpas al resto de España por el espectáculo lamentable que están dando mis paisanos.
No voy a entrar en guerra de cifras… lo mas seguro es que, dada la fuente que proporciona el dato, habrán sido menos, pero lo cierto es que ha sido un montón de gente.
He dicho manifestación independentista y no me he equivocado.
El personal gritaba continuamente pidiendo la independencia de Cataluña y lo del Estatuto - que al fin y al cabo no deja de ser una aceptación del estado de las cosas - les traía al paido a un buen numero de manifestantes.
Además, Montilla, el cordobés reconvertido, ha salido escaldado del evento porque – parece ser – casi le pegan unos concurrentes.
Yo ante estos hechos tengo algunos comentarios.
Primero – y ante todo – darle las gracias a Zapatero por haber abierto la caja de los truenos… algo que no hacía ninguna falta ni tenía demanda social. Ahora, gracias a su estulticia irresponsable, estamos un pasito mas cerca de cogernos por el gañote.
Inmediatamente después, decirle a estos señores que sueñan con la “independencia” y se creen esta tontería de la “voluntad del pueblo”, que un millón de ciudadanos, los reúne cualquiera. En Madrid lo hemos hecho un par de veces (en defensa de la vida y en contra de la negociación con ETA) y no ha servido para nada… Este gobierno autista (por no aplicar un calificativo más rotundo) hace lo que le sale de donde dijimos, independientemente de lo que opinen los votantes. No en vano son socialistas y hacen lo mismo que sus ancestros: repartir la miseria, ponerse morados de robar y j… al ciudadano (sin ningún otro objetivo político reseñable).
Y por último, compadecerme de los catalanes normales (miedo me da aplicar este calificativo, no sea que me multe el filo-sodomita), que pueden, a la vista de lo expuesto, ver por donde van a ir los tiros si – llegado el caso – se produce lo de la independencia. Básicamente, los impulsores de esta basura (la burguesía egoísta y pesetera) saldrán pitando de Cataluña con los bolsillos llenos, los bolcheviques del nazi-onanismo catalán, paleto y cromañón, se harán con las riendas del poder a bofetadas y el ciudadano sensato se verá abocado a buscar piso en Zaragoza… o verse sometido a la dictadura de los idiotas. De los idiotas catalano-parlantes cuyos padres nacieron en Cádiz, Huesca o Ciudad Real.
Es así y ya se ha vivido antes de la Ley de Memoria Histórica.
Y yo, que soy catalán y me avergüenza que me asocien a esta chusma, pido disculpas al resto de España por el espectáculo lamentable que están dando mis paisanos.