Ayer, en el transcurso de una agradable conversación en la terraza de un bar, saboreando un par de cervezas frías (muy frías), que permitían mitigar los efectos de la impertinente temperatura veraniega, caí en la cuenta de que lo de Zapatero es – como decía la Pajín – un acontecimiento planetario.
Y lo es porque su estupidez, su soberbia y su sectarismo están afectando ya al planeta entero.
Vende Zapatero – como un sablista profesional – el éxito de colocar la deuda. No sólo nos tiene arruinados y pidiendo para vivir, sino que además, está dispuesto a endeudar al planeta… porque en manos de este ser viviente, la deuda española va a alcanzar dimensiones planetarias.
Cada vez que el gobierno Español le ha condonado la deuda a un país del tercer mundo y medio (esos que no acaban de ser del tercer mundo pero que – evidentemente – no pertenecen ni al segundo ni al primero) me he preguntado porqué se presta dinero a un país cuando sabes que no puede devolverlo… para hacer eso, lo mejor es donarlo directamente, ya que - al menos - de ese modo te las puedes dar de caritativo… perdón, “solidario” (que es como caritativo pero quitando a Dios de en medio).
Ahora pienso sinceramente que Zetapé y sus alegres millonarios leninistas, esperan que llegado el momento nos condonen la deuda, porque para crear las condiciones que nos permitan pagarla, a la vista está, no están haciendo nada.
Me duele enormemente constatar que como le pasaba a Alfonso Armada, la oposición ni está ni se le espera… básicamente porque en su condición de políticos profesionales, viven del marasmo social, de la mentira y de crear situaciones a las que poder aplicar soluciones inadecuadas.
Cuando la lluvia arrecia, nuestros próceres azuzan los peores instintos del populacho… y como la envidia en el españolito de a pié es genética, explotan – apoyados por ese colectivo de impresentables que se hacen llamar cuarto poder – el encizañamiento social que permite a estos inútiles seguir cometiendo delitos de lesa Patria con total impunidad.
No se si será por primera vez en la historia (España tiene una historia cuajadita de ejemplos de todo tipo) pero – desde luego – desde que yo recuerde, el enemigo numero uno de los españoles son sus representantes políticos.
Los defensores de la libertad repartiendo grilletes… y Manuela Malasaña durmiendo la siesta.
Y lo es porque su estupidez, su soberbia y su sectarismo están afectando ya al planeta entero.
Vende Zapatero – como un sablista profesional – el éxito de colocar la deuda. No sólo nos tiene arruinados y pidiendo para vivir, sino que además, está dispuesto a endeudar al planeta… porque en manos de este ser viviente, la deuda española va a alcanzar dimensiones planetarias.
Cada vez que el gobierno Español le ha condonado la deuda a un país del tercer mundo y medio (esos que no acaban de ser del tercer mundo pero que – evidentemente – no pertenecen ni al segundo ni al primero) me he preguntado porqué se presta dinero a un país cuando sabes que no puede devolverlo… para hacer eso, lo mejor es donarlo directamente, ya que - al menos - de ese modo te las puedes dar de caritativo… perdón, “solidario” (que es como caritativo pero quitando a Dios de en medio).
Ahora pienso sinceramente que Zetapé y sus alegres millonarios leninistas, esperan que llegado el momento nos condonen la deuda, porque para crear las condiciones que nos permitan pagarla, a la vista está, no están haciendo nada.
Me duele enormemente constatar que como le pasaba a Alfonso Armada, la oposición ni está ni se le espera… básicamente porque en su condición de políticos profesionales, viven del marasmo social, de la mentira y de crear situaciones a las que poder aplicar soluciones inadecuadas.
Cuando la lluvia arrecia, nuestros próceres azuzan los peores instintos del populacho… y como la envidia en el españolito de a pié es genética, explotan – apoyados por ese colectivo de impresentables que se hacen llamar cuarto poder – el encizañamiento social que permite a estos inútiles seguir cometiendo delitos de lesa Patria con total impunidad.
No se si será por primera vez en la historia (España tiene una historia cuajadita de ejemplos de todo tipo) pero – desde luego – desde que yo recuerde, el enemigo numero uno de los españoles son sus representantes políticos.
Los defensores de la libertad repartiendo grilletes… y Manuela Malasaña durmiendo la siesta.