En esta democracia que nos hemos dado hay muchas cosas que no entiendo.
Lo que más desconcierto me produce con diferencia es la disposición generalizada a permitir que se incumplan las leyes.
Y como nunca he entendido la relación que existe entre la velocidad y el tocino, no me entra en la cabeza que nuestros políticos ataquen el ordenamiento legal abiertamente cuando deberían defenderlo a capa y espada.
Pero aún asumiendo que una parte dolorosamente grande de nuestra "casta política" es basura y se dedica a dinamitar nuestra economía y nuestra convivencia, lo que ya se escapa de toda comprensión es que jueces y fiscales no pongan freno a los desvaríos de quienes - publica y notoriamente - se ponen en contra del cumplimiento de la ley.
Y no me malinterpreten, yo no estoy en contra de que existan personas que defiendan tesis demoledoras para nuestro sistema democrático, de lo que estoy en contra es de que lo hagan con adoquines, amenazas, abusos, escraches, vandalismo, y sabotajes.
Los nazis del lacito amarillo están muy subidos de tono porque se da la circunstancia de que el presidente (siempre provisional) y su equipo de ministros bonitos, necesita de esos escaños que nuestra infame ley electoral otorga a las minorías regionales, para ser investido presidente de verdad.
Lo que los secesionistas piden cuando hablan de "negociar" con Pedro Sánchez es que el Gobierno de España les permita saltarse la ley.
El diálogo pasa por la renuncia expresa del Estado a una parte del territorio que está obligado a gobernar para cedérsela a los grupos supremacistas del pancatalanismo.
Y como eso no puede ser, entre otras cosas porque la propiedad de Cataluña no es del gobierno de turno, se dedican a promover, alimentar y pagar las violentas algaradas que están destrozando la economía catalana y por ende la española.
Esta relación entre los políticos electos y el vandalismo de los CDR (auténtico brazo armado del separatismo) es tan evidente que no se entienden los miramientos con los que la fiscalía (que dice ser independiente, y perdonen que se me escape la risa) trata a los "sediciosos" aspirantes a "rebeldes".
Quizá piensen ustedes que exagero, pero no se si recuerdan que quien consiguió sentar en el banquillo a los golpistas fue Vox, que presentó la denuncia ante los tribunales por la inacción de quienes deberían haber actuado de oficio.
Tampoco me entra en la cabeza que cuando en un asalto a la Delegación del Gobierno en Lérida (año 2017) la policía tuvo que defenderse disparando sus escopetas al aire para no ser arrollados por la masa enfurecida, se soslaye el agravante de violencia en el juicio a los promotores de los actos... y esto es solo un ejemplo.
De modo que al final, tenemos un nutrido grupo de "antisistema" asentados en las instituciones negándose a obedecer la ley, llamando a la desobediencia, apoyando y financiando la violencia callejera, exigiendo que se les permita obrar al margen de nuestro ordenamiento jurídico, reclamando financiación adicional para usarla contra el Estado, haciendo campañas internacionales de desprestigio a nuestra democracia y ejerciendo todo tipo de violencia contra la población de Cataluña que desea que se cumpla la ley... y no pasa nada.
Es más, cuando los sientan en el banquillo, todo son paños calientes y - desde Madrid - facilidades para que la ridícula condena que les terminan imponiendo, sea mas llevadera.
En manos del PP del sesteante Mariano, la timorata aplicación del artículo 155 no sirvió para absolutamente nada... ¿Creen que Sánchez aplicaría un 155 mas duro que Rajoy?
Al aliarse Pedro Sánchez con los filoterroristas de Podemos ¿Mejorará la situación en Cataluña?
Y si les dan lo que piden ¿Se volverán leales a España?
Hay que quitarse los complejos de encima y empezar a defender nuestra Nación de quienes quieren destruirla... y hacerlo sin contemplaciones, porque nos asiste el derecho y la razón.
Y a los delincuentes hay que encarcelarlos o ponerlos en Bruselas... pero sin sueldos millonarios.
Me pregunto si llegado el caso será capaz Bruselas de acoger a tanto "refugiado político".