Como soy español, varón y peino canas, no puedo sustraerme a la tentación de dar consejos aunque no me los pidan.
Como no soy del todo idiota, me consta que un numero razonable de veces, estos consejos gratuitos que ofrezco por pura generosidad, no los necesita el aconsejado... en esas ocasiones - con muy buen criterio - el aconsejado se limita a ignorarme en el uso de su derecho al tránsito auditivo (por una me entra y por otra me sale).
Sin embargo, confiar estas perlas de sabiduría a mis semejantes, me proporciona la falsa sensación de estar haciendo un bien abstracto... por lo que no puedo evitar sumergirme en mis buenas intenciones y alcanzar el reconfortante estado del que siente su deber cumplido.
Esta vez el consejo se lo voy a dar a Santiago Abascal.
Supongo que don Santiago estará rodeado de gente capaz y su experiencia política (que la tiene desde hace muchos años) habrá desarrollado en él un instinto de supervivencia que - no desvelo nada - es indispensable para manejarse en la selva política hispana.
Hasta las pasadas elecciones de Vox ni se hablaba.
Santiago Abascal, Ortega Lara, Cristina Seguí y las demás cabezas visibles de Vox eran "esos chicos" que se salieron del PP y que - políticamente - eran inofensivos.
Ahora, cuando se ha puesto en marcha el juego de las sillas musicales, hay un elevado numero de apoltronados a los que no les llega la camisa al cuello.
Y eso es así porque la política, como ya defendí en otra divagación, se ha convertido en una suerte de funcionariado para inútiles, un trabajo al que acuden muchos inempleables que de otra forma no serían capaces de ganarse la vida. No digo con esto que todos los políticos sean unos inútiles... no me interpreten mal, lo que digo es que como no se exige excelencia o mérito, se obtiene lo que se exige.
Este fundado temor que acongoja a nuestra clase política por la irrupción de Vox se va a ver reflejado en dos cosas: una serie ininterrumpida de campañas mediáticas de desprestigio y el intento de materializar el aislamiento del grupo parlamentario que - previsiblemente - va a obtener Vox si a Pedro Sánchez (entre vuelo y vuelo) le place convocar elecciones.
Para las campañas mediáticas van a poner a trabajar a las cloacas en su totalidad.
Los "periodistas" de a tanto la línea (que son un colectivo muy numeroso) se van a dedicar a investigar a todos y cada uno de los componentes de esta nueva formación. Como ya habrán imaginado, la finalidad no será otra que sacar trapos sucios, medio sucios, y casi limpios que permitan satisfacer la sed de sangre de las pirañas... y lo harán, además con todo el entusiasmo con el que se han dedicado a ignorar los trapos sucios de sus amos y los amigos de sus amos.
En cuanto al aislamiento, Vox se va a enfrentar (ya lo está haciendo) al ninguneo político a gran escala... por una simple razón: Vox pesca (y creo que sin proponérselo) en todos los caladeros.
La "transversalidad" asusta a todos por igual.
La vieja y la nueva política perciben en Vox el mismo enemigo... es así.
Tengo - además - la sensación de que el éxito ha cogido a Vox por sorpresa.
No es que no tengan "infraestructura", es que la que tiene es muy pequeña para afrontar un reto a nivel nacional.
En cuanto al crecimiento no van a tener problema... los banderines de enganche estarán en los próximos días hasta la bola de peticionarios.
Y ahora viene mi consejo.
Santiago, hazme caso y ten mucho cuidado con quien admites en tu club.
Ahora es el momento de poner a los de recursos humanos a trabajar... porque como ya le pasó a Ciudadanos, vas a tener que bregar con arrivistas, francotiradores, frikis, y toda suerte de aspirantes a mantenido.
No olvides que el cambio de chaqueta es - en España - un deporte practicado con entusiasmo, y cualquiera que vea la oportunidad de medrar en el seno de Vox, hará lo que esté en su mano por parasitar tu partido.
Evita los "fichajes estrella".
Un hombre que ya ha sido "una estrella" anteriormente no viene a servir, viene a brillar... y no puedes fiarte de él ni de los cadáveres que - casi seguro - tendrá ocultos en cualquier arcón de su exitosa vida.
Gástate el dinero en investigar a tus candidatos... y coge sólo a aquellos que pasen el filtro... si no lo haces así, el rodillo mediático les aplastará junto con tu credibilidad.
Ahora estás a falta de inventario.
No te has visto envuelto en escándalos ni corruptelas... mantente así.
Y recuerda una cosa: mucha de la gente que te ha votado no es porque arranques en ellos un entusiasmo épico y tengan una fe ciega en ti... es porque el panorama es desolador y confían en que tu y los tuyos hagáis algo para mejorarlo.
Tenéis un gran trabajo por delante y no os lo van a poner fácil, rodéate de gente honrada.
¡Que el poder no te pase factura!, no seas uno más... para eso te han votado.
Está en tu mano, Santiago... está en tu mano.