El hijo del viento ha sido invitado por Obama a un "desayuno de oración"... y se extraña de la expectación que ha levantado el evento.
Se declara agnóstico y dice acudir a este encuentro como un acto político mas. Dicho así podría ser una actitud razonable... pero al mentir en la primera se invalida la segunda.
Zapatero no es agnóstico.
Un agnóstico es un señor que no cree lo que otros tenemos la suerte de creer... para el agnóstico todas las religiones son tonterías dado que la propia existencia de Dios le resulta inasumible.
Hay entre los agnósticos gente honesta, no lo dudo, pero no es el caso de Zetapé.
Zetapé es un comecuras, un miliciano con mala leche al que sólo le molesta la religión católica... no persigue un estado aconfesional, persigue un estado anticatólico.
Y como casi todos los progres descerebrados (que en España son legión), el padre de las góticas sustituye el sustrato espiritual que le corresponde por una sarta de prejuicios y chorradas animistas.
Decía Chesterton que un ateo no es un hombre que no cree en Dios, es un hombre capaz de creer en cualquier cosa... pueden entender a un budista, a un zoroastrista, a un musulmań, a Pocahontas y hasta a la echadora de cartas, pero a un católico, jamás.
Por eso, cuando el primer tonto de España acude a una jornada de oración nos sorprendemos.
¿A quien rezará? ¿A Obama?
Solo espero que no le cedan la palabra... para no pasar vergüenza ajena.
Se declara agnóstico y dice acudir a este encuentro como un acto político mas. Dicho así podría ser una actitud razonable... pero al mentir en la primera se invalida la segunda.
Zapatero no es agnóstico.
Un agnóstico es un señor que no cree lo que otros tenemos la suerte de creer... para el agnóstico todas las religiones son tonterías dado que la propia existencia de Dios le resulta inasumible.
Hay entre los agnósticos gente honesta, no lo dudo, pero no es el caso de Zetapé.
Zetapé es un comecuras, un miliciano con mala leche al que sólo le molesta la religión católica... no persigue un estado aconfesional, persigue un estado anticatólico.
Y como casi todos los progres descerebrados (que en España son legión), el padre de las góticas sustituye el sustrato espiritual que le corresponde por una sarta de prejuicios y chorradas animistas.
Decía Chesterton que un ateo no es un hombre que no cree en Dios, es un hombre capaz de creer en cualquier cosa... pueden entender a un budista, a un zoroastrista, a un musulmań, a Pocahontas y hasta a la echadora de cartas, pero a un católico, jamás.
Por eso, cuando el primer tonto de España acude a una jornada de oración nos sorprendemos.
¿A quien rezará? ¿A Obama?
Solo espero que no le cedan la palabra... para no pasar vergüenza ajena.