En la década de los sesenta nace un movimiento terrorista de corte marxista - cómo no- denominado Movimiento para la Liberación del Sahara, también conocido como Frente Polisario.
Y digo terrorista porque se dedicó a poner bombas y matar españoles. Era la ETA del Protectorado con la diferencia de que la presencia de España en el Sahara no se remontaba al siglo XV – donde me atrevo a fechar la fundación de España - sino al siglo XIX (aunque su “ocupación” no empezó hasta entrado el siglo XX). No estuvo mucho tiempo el Sahara en posesión de España.
Que yo sepa, el Sahara, que básicamente es un desierto tiene como atractivo una explotación de fosfatos en Bucraa (para la que España tuvo que construir una cinta transportadora de casi 100 kilómetros) y tres fronteras: una con Marruecos, otra con Argelia y una tercera con Mauritania.
Para Argelia el Sahara supone la salida al Atlántico, para Marruecos la explotación de los fosfatos, la ampliación de sus aguas territoriales con sus caladeros de pesca y la expansión como “el Gran Marruecos” que sueña ser desde su fundación.
Cuando en la década de los setenta España “descoloniza” el Sahara intentó negociar su salida con un siniestro personaje que en aquella época era ya el Secretario General del Frente Polisario y que ahora se está recuperando del COVID-19 en un hospital de la Rioja… pero aunque este acudió a la primera cita, se negó a negociar nada, con lo que España se desentendió del asunto.
Supongo que en ello también tuvo algo que ver el rio de sangre que el citado movimiento había dejado atrás durante la época activa de sus guerrillas contra España, algo que nadie parece recordar.
Tampoco parece recordar nadie que España redactó para el Sahara un “estatuto de autonomía”, creó un partido saharaui pro-español denominado PUNS (Partido de la Unión Nacional Sharaui) y se comprometió a hacer un referéndum de autodeterminación para el año 1975.
Marruecos, que de ninguna manera estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión, porque a diferencia de España Marruecos lo ha tenido siempre clarísimo, vio la oportunidad de dar un paso hacia la consecución de su sueño impidiendo el referéndum, y para ello montó la “Marcha Verde” que era poner en fila a unos cuantos millares de sus súbditos y mandarlos, desarmados, a “ocupar” zonas del Sahara.
Es importante reseñar que en esos momentos Franco estaba ya hospitalizado (hablamos del segundo tercio de los setenta) y tras el fiasco de IFNI, España estaba para pocas guerras.
No quiso España masacrar a los invasores y Marruecos se salió con la suya.
Argelia dejó hacer y Mauritania se dio mus, porque también ambos países tenían la esperanza de coger su trocito de pastel.
Recientemente, el Frente Polisario, que se escondió en Tinduf (Argelia), ha vuelto a declararle la guerra a Marruecos y está dando la lata en la frontera sur del Sahara, que linda con Mauritania.
Y en este ambiente tan propicio, el gobierno de Pedro Sánchez, en vez de mandar al terrorista genocida Brahim Ghali a que se cure en Suiza, lo mete con documentación falsa en la Rioja.
¿Porque documentación falsa?
Por varios motivos: primero porque estando Marruecos en guerra con el Frente Polisario, ayudar al jefe del movimiento terrorista no puede ser de ninguna manera plato de gusto para el Sultán, de modo que le damos un pasaporte a nombre de Pepe Gutierrez y lo atendemos de tapadillo.
El cambio de identidad también favorece que la Audiencia Nacional, que tiene causas abiertas contra este asesino, genocida y violador (de una española de esas que a Irene Montero se la traen al pairo), no lo arreste al pisar suelo español.
Y por último y no menos importante es que Pedro Sánchez y su gobierno de tarados no pueden resistirse a prestar apoyo a “uno de los suyos”, y si tienen que falsear documentos de identidad, los falsean y punto.
No en vano Unidas Potemos es uno de los defensores mas destacados de todo lo que haya derramado sangre española en cualquier parte.
Si como miente nuestra ministra de exteriores de todo a cien, la hospitalización de Ghali no hubiera sido el detonante de esta crisis, si lo de acoger al terrorista en un hospital fuere tan inocuo… ¿Me quiere explicar usted porqué han falseado la identidad del susodicho?
Y ahora que ya tenemos al genocida en suelo español ¿Actuará la Audiencia Nacional?
Creo que ustedes y yo conocemos la respuesta.
Personalmente creo que al Frente Polisario lo mejor que podemos hacer es darle por donde amargan los pepinos e ignorar cualquier petición que nos hagan a cuenta de los muertos que nos ha causado.
Siento por ellos una simpatía similar a la que siento por el mafioso Mohammed y si se quieren matar entre ellos, creo que no debemos impedirlo.
Pero eso no pasará porque para meter a España en charcos malolientes ya tenemos uno de esos gobiernos que está maquinando - por ejemplo - indultar a los que han intentado destruir el Estado en Cataluña.
Como ya he dicho en otras ocasiones, España no necesita enemigos, ya tiene a su izquierda.