sábado, 4 de enero de 2020

Investidura

Una de las cosas que peor llevo de nuestros políticos es su incapacidad de llamar a las cosas por su nombre.
Decía Amando de Miguel que esta gente hablaba un dialecto del castellano denominado “politiqués” en el que las palabras tenían significados diferentes en función del contexto.
No se si será porque son conscientes de que España es un país lleno de tontos hasta la bandera o porque son incapaces de hablar claro, pero en cualquier caso, en sus declaraciones siempre tratan de distorsionar la realidad usando un discurso apto únicamente para ser usado frente a niños de parvulario.
Ábalos, que es el matón de la barraca de los traidores habituales, ha salido a contarnos que están negociando una “consulta” que no va a ser un “referéndum”, que se dirigirá únicamente a los catalanes pero será “constitucional” y no vulnerará los derechos de los demás españoles...
De lo expresado por Ábalos podemos deducir que los catalanes van a ser consultados sobre la bondad de la dieta mediterránea o el precio del barril de Brent, nada que ver con la autodeterminación o la soberanía del territorio nacional.
Y eso es simplemente - y usted y yo lo sabemos - una descarada mentira, algo que no es ni probable ni posible.
En el contexto de una negociación con unos tipos que llevan diez años hablando de un “referéndum de autodeterminación”, ¿De qué tipo de consulta se va a hablar? ¿De cambiar el alicatado a la piscina cubierta del Senado?
Cuando buscas el apoyo de alguien, le tienes que ofrecer en la negociación algo que quiera… o dinero.
A ERC y sus secuaces, toda consulta que no sea un “referéndum de autodeterminación”, les trae al pairo.
Si poner encima de la mesa la "consulta" ha tenido como efecto el apoyo a la investidura... blanco y en botella.
Y lo demás son milongas.
Otra cosa es que el jefe de los traidores sea capaz de cumplir la promesa… o pretenda cumplirla.
Porque los enemigos de España saben que fuera de Pedro Sánchez no hay vida para ellos. La relación entre PSOE y los otros enemigos de España es una relación simbiótica, y Pedro Sánchez lo sabe como Rajoy sabía que antes de Vox la derecha sólo podía votarle a él… hiciera lo que hiciese.
Así que en su camino a convertirse por fin en presidente de verdad, puede jugar con las necesidades ajenas.
La alegría y los aspavientos con los que la chusma narco-comunista, y secesionista se felicita por haberle robado la cartera a los españoles a través de Sánchez, debería levantar ampollas en la “familia socialista", pero por lo visto, sólo despierta ese silencio cómplice del que es consciente de que si se mueve no saldrá en la foto… Como el escorpión, no pueden sobreponerse a su naturaleza.
Pedro ha prometido el oro y el moro a unos y otros, y ahora que ya tiene el apoyo que necesitaba ¿cree usted que cumplirá las promesas?
Es más... ¿Se lo creen los que le apoyan?
En mi opinión, los negociadores son conscientes de que ninguno de ellos va a conseguir que Sánchez cumpla promesa alguna... pero entre tanto, podrán saquear las arcas de España sin que nadie les ponga freno.
Por eso habrá investidura pase lo que pase.
Son maleantes... y por eso gobernarán juntos.
Y usted y yo, a pagar y a callar... que ya hemos visto como trata la policía a los ancianos que se plantan con una pancarta en la calle Ferraz a gritar ¡Viva España!.
No lo hacen con los CDR que cortan carreteras, hacen escarches e incendian Barcelona, los que secuestran Cataluña cuando les da la gana, pero con un viejo que ejerce su derecho a la libertad de expresión, sin violencia, si que se atreven.
Democracia podemita… esto es, señores, lo que nos espera.
Lo que no sé es cuanto durará, porque si es por ellos, cuarenta años serán pocos.