Ser de izquierdas es como pertenecer a la cosa nostra... hagas lo que hagas, recibes el apoyo incondicional del grupo y de sus allegados.
Quizá le parezca a usted que exagero, pero no es así.
La prueba del nueve de que lo que digo es cierto, es la pregunta que últimamente escucho en boca de muchos de mis allegados: ¿Qué habría pasado si esto lo hace uno del PP?
Y es así.
Cristina Cifuentes fue acosada por la izquierda cuando se reveló que en cierto master de la URJC, había recibido trato de favor (por decirlo suavemente)... aquello llegó hasta los tribunales de justicia pasando previamente por las cadenas de televisión de la izquierda y la piara de periodistas a sueldo de Roures que, sin esperar a la sentencia, ya la habían juzgado y condenado.
Con Pablo Casado intentaron hacer lo mismo... y con mas fervor si cabe desde que se puso al frente del PP, aunque esta vez no han tenido éxito al no darse la misma situación que con Cristina Cifuentes. De hecho, la justicia se ha pronunciado a favor del Señor Casado y ha obligado a horda mediática a rectificar públicamente... algo que han hecho - por cierto - con la boca chica.
Cuando se ha sabido que Pedro Sánchez obtuvo el doctorado por la jeta, no sólo no se ha producido el previsible escándalo, sino que además, se ha puesto en marcha una maquinaria de lavado de cara que da vergüenza ajena, llegado hasta a falsificar los informes de la empresa alemana que contrataron para determinar la cuantía del fraude.
El marido de la señora Gómez obtuvo un doctorado sin hacer la tesis y teniendo en el tribunal a uno de los que se la redactó... ejemplar a todas luces, pero no pasa nada, no hay caso, no hay que dimitir... es de izquierdas.
Si hubiesen grabado al señor Zoido llamando "maricón" al juez Marlasca le habría caído la del pulpo... las feminazis y el manicomio LGTB se habría puesto en pie de guerra pero, como lo dice la sottocapo de Baltasar Garzón, Dolores Delgado, ministra a la sazón, no pasa nada... es de izquierdas.
Pedro Duque defrauda a Hacienda creando sociedades para esconder patrimonio... pero no pasa nada porque es ministro del gobierno bonito que, si, en efecto, es de izquierdas.
Al CIS le van a cambiar el nombre por Master Chef... se ha pasado setenta pueblos con las últimas encuestas, pero no pasa nada, es un CIS de izquierdas y puede inventarse cualquier cosa.
Pedro Sánchez se ha puesto morado a colocar parientes en puestos para los que - evidentemente - no están preparados, pero no pasa nada, porque sólo es nepotismo si no es de izquierdas.
Rosa María Mateo "la pasionaria", ha sometido a RTVE a la mayor purga de profesionales que se ha conocido... para poner a sus amigos y correligionarios... pero no pasa nada porque al ser de izquierdas, lo que hace está bien.
Pedro Sánchez, con los resultados electorales mas pobres de la historia reciente del PSOE, es presidente del gobierno. Accedió al poder hipotecado hasta las trancas y prometiendo convocar elecciones... y ya anda diciendo que se va a quedar hasta el 2030... ¿hay reacción?, no, un hombre de la izquierda puede decir una cosa y lo contrario en la misma frase sin incurrir en incoherencia.
No es una ideología, es la "cosa nostra".
Si alguna vez decide usted entrar en la política, hágame caso, no lo haga por sus convicciones, simplemente, apúntese a la izquierda... es un seguro de vida.
sábado, 29 de septiembre de 2018
jueves, 27 de septiembre de 2018
El síndrome de Fausto
Es un argumento recurrente en las películas el que nos muestra a una persona que comete un pequeño delito y se ve engullido - como consecuencia de ello - en una cadena de acontecimientos que le llevan a cometer acciones inimaginables...
Sin llegar a extremos de guión cinematográfico, es relativamente frecuente encontrarse con muchachos que en algún momento de sus vidas han tomado malas decisiones, aconsejados por malos amigos o por no haber meditado las consecuencias de sus actos, y se encuentran en callejones sin salida o a punto de hacer alguna barbaridad.
El marido de la señora Gómez, cegado por su ambición, y en la creencia de que ser Presidente del Gobierno de España le convertiría en jeque árabe (al uso que hace de nuestros impuestos me remito), firmó su particular pacto con Mefistófeles.
Este diablo menor de la mitología germana que basaba su existencia en la recaudación de almas y que con tanta habilidad se hizo con la de Fausto, anda suelto por Cataluña y lleva un lazo amarillo en la solapa.
Como el personaje trajicómico que da pié a la ópera de Arrigo Boito, Fausto Sánchez está en la actualidad preso de sus malas decisiones.
No estoy diciendo que le importe, estoy diciendo que cuando sale con la voz engolada a decir que su gobierno no se somete a chantajes, miente.
Que no le importa es evidente.
Por lo pronto, teniendo en España liada una de órdago a la chica, se ha lanzado a una incomprensible gira internacional para hacerse fotos (él y la Bego) con todos los presidentes que se pongan a tiro de una Nikon o una Hasselblad (que diría Serrat).
Y ya que estamos subidos al avión y que puedo alojarme en hotelazos, me visito toda la Sudamérica que importa... es decir Cuba, Venezuela, Bolivia... sin dejarme ninguna de las dictaduras corruptas del hemisferio sur donde - como no - tengo a todos mis amiguitos y correligionarios.
Cuando se canse de hacer el millonario saudí, volverá a España para pagar sus deudas con los separatistas que de un tiempo a esta parte no paran de recordarle que está donde está gracias a su apoyo.
Los amigos de Mefistófeles también se están esforzando mucho por hacerle caer en la cuenta de que si le retiran su apoyo, la carroza de la cenicienta se convertirá en calabaza... algo que - aunque el marido de la señora Gomez lo niegue - es un flagrante chantaje.
El jefe del gobierno bonito, ese conjunto de incompetentes incapaces de superar el supuesto listón ético que ha llevado a este okupa a la Moncloa, va a tener que tomar muchas nuevas decisiones... y que quieren que les diga, no me llega la camisa al cuerpo.
¿Pagará Sanchez sus deudas?. Si, no les quepa duda.
¿Nos llevará a un callejón sin salida?. A estas alturas de la película yo tengo una certeza absoluta.
¿Porqué? Porque su ego está muy por encima de los intereses de la Nación... y si se me permite decirlo, a muchos puntos de su inteligencia.
Víctima del síndrome de Fausto, Pedrito está en el camino de hacer cualquier barbaridad...
Pero que le vamos a hacer... es lo que puede esperarse de un doctor incapaz de escribir su propia tesis doctoral.
Sin llegar a extremos de guión cinematográfico, es relativamente frecuente encontrarse con muchachos que en algún momento de sus vidas han tomado malas decisiones, aconsejados por malos amigos o por no haber meditado las consecuencias de sus actos, y se encuentran en callejones sin salida o a punto de hacer alguna barbaridad.
El marido de la señora Gómez, cegado por su ambición, y en la creencia de que ser Presidente del Gobierno de España le convertiría en jeque árabe (al uso que hace de nuestros impuestos me remito), firmó su particular pacto con Mefistófeles.
Este diablo menor de la mitología germana que basaba su existencia en la recaudación de almas y que con tanta habilidad se hizo con la de Fausto, anda suelto por Cataluña y lleva un lazo amarillo en la solapa.
Como el personaje trajicómico que da pié a la ópera de Arrigo Boito, Fausto Sánchez está en la actualidad preso de sus malas decisiones.
No estoy diciendo que le importe, estoy diciendo que cuando sale con la voz engolada a decir que su gobierno no se somete a chantajes, miente.
Que no le importa es evidente.
Por lo pronto, teniendo en España liada una de órdago a la chica, se ha lanzado a una incomprensible gira internacional para hacerse fotos (él y la Bego) con todos los presidentes que se pongan a tiro de una Nikon o una Hasselblad (que diría Serrat).
Y ya que estamos subidos al avión y que puedo alojarme en hotelazos, me visito toda la Sudamérica que importa... es decir Cuba, Venezuela, Bolivia... sin dejarme ninguna de las dictaduras corruptas del hemisferio sur donde - como no - tengo a todos mis amiguitos y correligionarios.
Cuando se canse de hacer el millonario saudí, volverá a España para pagar sus deudas con los separatistas que de un tiempo a esta parte no paran de recordarle que está donde está gracias a su apoyo.
Los amigos de Mefistófeles también se están esforzando mucho por hacerle caer en la cuenta de que si le retiran su apoyo, la carroza de la cenicienta se convertirá en calabaza... algo que - aunque el marido de la señora Gomez lo niegue - es un flagrante chantaje.
El jefe del gobierno bonito, ese conjunto de incompetentes incapaces de superar el supuesto listón ético que ha llevado a este okupa a la Moncloa, va a tener que tomar muchas nuevas decisiones... y que quieren que les diga, no me llega la camisa al cuerpo.
¿Pagará Sanchez sus deudas?. Si, no les quepa duda.
¿Nos llevará a un callejón sin salida?. A estas alturas de la película yo tengo una certeza absoluta.
¿Porqué? Porque su ego está muy por encima de los intereses de la Nación... y si se me permite decirlo, a muchos puntos de su inteligencia.
Víctima del síndrome de Fausto, Pedrito está en el camino de hacer cualquier barbaridad...
Pero que le vamos a hacer... es lo que puede esperarse de un doctor incapaz de escribir su propia tesis doctoral.
sábado, 22 de septiembre de 2018
Prospectiva estratégica...
La prospectiva es la ciencia que se usa para aventurar el futuro (si tal cosa es posible).
Mediante un sesudo análisis del pasado y el presente se aventura de que modo pueden ir evolucionando las cosas en un futuro mas o menos lejano.
Cuando se le añade el apellido "estratégica", se incluye un componente de voluntad.
Pasamos de "¿Cómo va a ser el futuro?" a "¿Qué tengo que hacer para que se produzca este futuro en concreto?.
En una de las fases de los estudios prospectivos se definen escenarios futuros... de entre ellos surgen algunos que probablemente no se materializarán nunca, otros que es difícil que se materialicen y otros que tienen altas probabilidades de materializarse.
En cualquier caso, para cada uno de esos futuros posibles, se definen los hitos que conducen a ellos.
Esas variables que pueden o no cumplirse, son las bifurcaciones del camino que nos conducen al escenario.
Para explicarlo de una forma simplona (y probablemente poco afortunada) supongamos la siguiente cadena de acontecimientos...
A usted le despiden de su trabajo porque la empresa reduce plantilla.
Al día siguiente empieza a buscar trabajo.
Encuentra un trabajo peor remunerado pero que le permite vivir y que tiene, además, posibilidades de promoción para usted.
Solicita el empleo.
Se lo dan.
Trabaja como un león durante dos años y consigue que le asciendan.
En este nuevo escenario usted está mejor pagado que en el trabajo del que le despidieron, tiene mas consideración laboral y dispone de mas tiempo libre.
Si a usted no le hubiesen despedido del trabajo inicial, ahora no estaría en este "escenario".
El que conserve o no el trabajo, se convierte así en una de esas "bifurcaciónes" que reconduce su vida y lo lleva al escenario actual o no.
En toda evolución hay factores que no controlamos, pero hay variables sobre las que podemos actuar con nuestra voluntad.
Ultimamente, cuando intento hacer análisis de escenarios, me deprimo en sobremanera.
Los escenarios mas probables son malos... y de entre ellos, hay algunos pésimos.
La situación, hito a hito, se va deteriorando para conducirnos a un futuro que sólo puede gustar a esa parte de la población que considera que usted y yo estamos de más.
Y lo peor es que tengo el convencimiento de que esta película no se ha montado por azar.
Creo que ellos han hecho sus deberes.
Saben de prospectiva y tienen la voluntad para ir, hito a hito, alcanzando el futuro deseable.
Y, para nuestra desgracia, lo hacen muy bien.
Están organizados, lo tienen claro, y no pierden de vista el objetivo estratégico.
Y si les dejamos, nos llevarán a ese futuro.
¿Saben porqué?
Porque tienen voluntad.
Una voluntad férrea, persistente, inasequible al desaliento... y por eso vencerán.
Pedro Sanchez tenía la voluntad firme de llegar a Presidente del Gobierno... y ahí está.
Ha vulnerado de forma miserable todos los preceptos democráticos que en el mundo han sido.
Se ha aliado con los enemigos de España, con los traidores los golpistas, los terroristas, la chusma peor encarada de la sociedad... pero es Presidente del Gobierno.
Misión cumplida.
Hito conseguido.
Ahora, tiene la voluntad firme de no apearse del caballo, y ahí está.
Le ha dado los "mass media" a Podemos, permanece impertérrito ante los escándalos aunque le afecten personalmente, amenaza, insulta, intenta torcerle el brazo a la ley, se quiere saltar al Senado para aprobar los presupuestos, intenta colar una reforma express de la constitución para - posteriormente - usar ese camino cuando le dé la gana... hace trampas hasta jugando un solitario... pero ahí está.
¿Dimitirá?... por supuesto que no.
¿Conseguirá la opinión pública hacerle caer?... ni en broma.
¿Lo harán las urnas?... sólo si no encuentra el modo de manipularlas.
¿Le importa algo lo que piensen los españoles?... no.
Se llama prospectiva estratégica.
Como decía Burke: "Para que el mal triunfe, sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada".
¿Te has enterado ya, Mariano?
Mediante un sesudo análisis del pasado y el presente se aventura de que modo pueden ir evolucionando las cosas en un futuro mas o menos lejano.
Cuando se le añade el apellido "estratégica", se incluye un componente de voluntad.
Pasamos de "¿Cómo va a ser el futuro?" a "¿Qué tengo que hacer para que se produzca este futuro en concreto?.
En una de las fases de los estudios prospectivos se definen escenarios futuros... de entre ellos surgen algunos que probablemente no se materializarán nunca, otros que es difícil que se materialicen y otros que tienen altas probabilidades de materializarse.
En cualquier caso, para cada uno de esos futuros posibles, se definen los hitos que conducen a ellos.
Esas variables que pueden o no cumplirse, son las bifurcaciones del camino que nos conducen al escenario.
Para explicarlo de una forma simplona (y probablemente poco afortunada) supongamos la siguiente cadena de acontecimientos...
A usted le despiden de su trabajo porque la empresa reduce plantilla.
Al día siguiente empieza a buscar trabajo.
Encuentra un trabajo peor remunerado pero que le permite vivir y que tiene, además, posibilidades de promoción para usted.
Solicita el empleo.
Se lo dan.
Trabaja como un león durante dos años y consigue que le asciendan.
En este nuevo escenario usted está mejor pagado que en el trabajo del que le despidieron, tiene mas consideración laboral y dispone de mas tiempo libre.
Si a usted no le hubiesen despedido del trabajo inicial, ahora no estaría en este "escenario".
El que conserve o no el trabajo, se convierte así en una de esas "bifurcaciónes" que reconduce su vida y lo lleva al escenario actual o no.
En toda evolución hay factores que no controlamos, pero hay variables sobre las que podemos actuar con nuestra voluntad.
Ultimamente, cuando intento hacer análisis de escenarios, me deprimo en sobremanera.
Los escenarios mas probables son malos... y de entre ellos, hay algunos pésimos.
La situación, hito a hito, se va deteriorando para conducirnos a un futuro que sólo puede gustar a esa parte de la población que considera que usted y yo estamos de más.
Y lo peor es que tengo el convencimiento de que esta película no se ha montado por azar.
Creo que ellos han hecho sus deberes.
Saben de prospectiva y tienen la voluntad para ir, hito a hito, alcanzando el futuro deseable.
Y, para nuestra desgracia, lo hacen muy bien.
Están organizados, lo tienen claro, y no pierden de vista el objetivo estratégico.
Y si les dejamos, nos llevarán a ese futuro.
¿Saben porqué?
Porque tienen voluntad.
Una voluntad férrea, persistente, inasequible al desaliento... y por eso vencerán.
Pedro Sanchez tenía la voluntad firme de llegar a Presidente del Gobierno... y ahí está.
Ha vulnerado de forma miserable todos los preceptos democráticos que en el mundo han sido.
Se ha aliado con los enemigos de España, con los traidores los golpistas, los terroristas, la chusma peor encarada de la sociedad... pero es Presidente del Gobierno.
Misión cumplida.
Hito conseguido.
Ahora, tiene la voluntad firme de no apearse del caballo, y ahí está.
Le ha dado los "mass media" a Podemos, permanece impertérrito ante los escándalos aunque le afecten personalmente, amenaza, insulta, intenta torcerle el brazo a la ley, se quiere saltar al Senado para aprobar los presupuestos, intenta colar una reforma express de la constitución para - posteriormente - usar ese camino cuando le dé la gana... hace trampas hasta jugando un solitario... pero ahí está.
¿Dimitirá?... por supuesto que no.
¿Conseguirá la opinión pública hacerle caer?... ni en broma.
¿Lo harán las urnas?... sólo si no encuentra el modo de manipularlas.
¿Le importa algo lo que piensen los españoles?... no.
Se llama prospectiva estratégica.
Como decía Burke: "Para que el mal triunfe, sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada".
¿Te has enterado ya, Mariano?
viernes, 14 de septiembre de 2018
Curriculos y otras fantasías
Hay que ser pragmático en el sentido estricto del término.
Sin ánimo de injuria (no como Willy Toledo cuando dice que ejerce su "libertad de expresión") es preciso reconocer que tenemos una clase política bastante impresentable.
Pero tiene su explicación.
No sé si lo que pienso yo de ellos es aplicable a otros países compuestos por otras sociedades, pero en mi país, en mi sociedad, que un hombre que se dedica a la política tenga una preparación mediocre, está bastante justificado.
Por razón de militancia, de dedicación a la causa, esto sucede más en la izquierda que en la derecha, pero se da también en la derecha... ya saben "la izquierda milita, la derecha dormita".
Pero vamos a centrarnos...
Como la meritocracia fue expulsada de las instituciones hace ya mucho tiempo, la primera razón de que un político profesional sea mediocre es que para ejercer de político, no se exige titulación... da igual que usted sea Registrador de la Propiedad, Abogado del Estado, Notario, Ingeniero o carezca del título de Graduado Escolar, nadie va a exigirle una mínima preparación intelectual para (y aquí viene lo bueno) formar parte de la élite que desarrolla nuestro sistema legal.
Y dado que la preparación intelectual, al igual que la física, exige disciplina, voluntad y sacrificio (cosas que el hombre tiende a asumir sólo si no hay otro remedio), prepararse intelectualmente para ejercer un cargo para el que no te exigen nada, es una pérdida de tiempo.
Otro importante factor a considerar es que en España uno puede ser "político" desde los 18 años hasta los 65... es decir, uno puede pasar toda su vida laboral "ejerciendo" la política.
En realidad es aún peor, pues el que juega bien sus cartas en el ambiente adecuado, puede terminar en el Consejo de Dirección de alguna importante empresa con una cualificación inferior a la que esa misma empresa exigiría a una becaria en periodo de pruebas.
Pero ya sea en Europa, a nivel nacional, autonómico o municipal, un español dedicado a estos menesteres, puede ir saltando de una concejalía a una Diputación, del Senado al Congreso, formar parte de un grupo parlamentario europeo o (en el peor de los casos) ser "asesor" de alguien que - como él - tampoco tiene ni la mas remota idea de lo que se trae entre manos.
Y dado que la remuneración de todos los puestos nombrados en el párrafo precedente es de todo menos exigua, convendrá usted conmigo en que sale bastante a cuenta "dedicarse" a la política en vez de al estudio y la contemplación espiritual.
Y como "dedicarse" a la política implica dedicación, seamos justos, queda poco tiempo para otras cosas.
No me malinterpreten. Sé que hay gente en España que siente la vocación del servicio público, que disfruta con la política y que está bien cualificada, pero como decía al principio, estoy generalizando sin "animus iniuriandi".
Si para obtener un buen empleo, con proyección y bien pagado, no es preciso estudiar... la frecuencia con la que encontraremos políticos que abandonaron sus carreras en segundo curso puede ser abrumadora.
Como derivada de lo expuesto y uniendo esta situación al hecho de que en España la envidia y la soberbia son (con mucho) los pecados capitales mas practicados, y machacar al vecino un deporte mayoritario, no es de extrañar que sus señorías, traten de maquillar sus currículos, ya que con un buen currículo se obstaculiza de forma efectiva la acusación de falta de competencia profesional.
Y ahí entra la corrupción.
Y como la culpa en la corrupción se reparte entre en corruptor y el corrompido, hay que partir de la base de que en el bochornoso tema de los máster no realizados, tesis plagiadas, y títulos inventados, se precisa de la colaboración necesaria de las entidades emisoras de los títulos.
Y sí, puedo entender que Perico de los Palotes, diputado por Cuenca, trate de maquillar su curriculo... lo que no puedo entender - de ninguna manera - es que haya una universidad que se preste a ello.
No voy a rasgarme las vestiduras.
Todo en España es reflejo de la sociedad que nos rodea pues, a la postre, es esa sociedad la que nutre universidades, seminarios, cuarteles, hospitales, bancos, negocios e instituciones...
La solución a estos problemas pasa inexorablemente por sacar a España de la mediocridad... si lo conseguimos, esto se arreglará solo.
Pero, ¿por donde empezamos?
Sin ánimo de injuria (no como Willy Toledo cuando dice que ejerce su "libertad de expresión") es preciso reconocer que tenemos una clase política bastante impresentable.
Pero tiene su explicación.
No sé si lo que pienso yo de ellos es aplicable a otros países compuestos por otras sociedades, pero en mi país, en mi sociedad, que un hombre que se dedica a la política tenga una preparación mediocre, está bastante justificado.
Por razón de militancia, de dedicación a la causa, esto sucede más en la izquierda que en la derecha, pero se da también en la derecha... ya saben "la izquierda milita, la derecha dormita".
Pero vamos a centrarnos...
Como la meritocracia fue expulsada de las instituciones hace ya mucho tiempo, la primera razón de que un político profesional sea mediocre es que para ejercer de político, no se exige titulación... da igual que usted sea Registrador de la Propiedad, Abogado del Estado, Notario, Ingeniero o carezca del título de Graduado Escolar, nadie va a exigirle una mínima preparación intelectual para (y aquí viene lo bueno) formar parte de la élite que desarrolla nuestro sistema legal.
Y dado que la preparación intelectual, al igual que la física, exige disciplina, voluntad y sacrificio (cosas que el hombre tiende a asumir sólo si no hay otro remedio), prepararse intelectualmente para ejercer un cargo para el que no te exigen nada, es una pérdida de tiempo.
Otro importante factor a considerar es que en España uno puede ser "político" desde los 18 años hasta los 65... es decir, uno puede pasar toda su vida laboral "ejerciendo" la política.
En realidad es aún peor, pues el que juega bien sus cartas en el ambiente adecuado, puede terminar en el Consejo de Dirección de alguna importante empresa con una cualificación inferior a la que esa misma empresa exigiría a una becaria en periodo de pruebas.
Pero ya sea en Europa, a nivel nacional, autonómico o municipal, un español dedicado a estos menesteres, puede ir saltando de una concejalía a una Diputación, del Senado al Congreso, formar parte de un grupo parlamentario europeo o (en el peor de los casos) ser "asesor" de alguien que - como él - tampoco tiene ni la mas remota idea de lo que se trae entre manos.
Y dado que la remuneración de todos los puestos nombrados en el párrafo precedente es de todo menos exigua, convendrá usted conmigo en que sale bastante a cuenta "dedicarse" a la política en vez de al estudio y la contemplación espiritual.
Y como "dedicarse" a la política implica dedicación, seamos justos, queda poco tiempo para otras cosas.
No me malinterpreten. Sé que hay gente en España que siente la vocación del servicio público, que disfruta con la política y que está bien cualificada, pero como decía al principio, estoy generalizando sin "animus iniuriandi".
Si para obtener un buen empleo, con proyección y bien pagado, no es preciso estudiar... la frecuencia con la que encontraremos políticos que abandonaron sus carreras en segundo curso puede ser abrumadora.
Como derivada de lo expuesto y uniendo esta situación al hecho de que en España la envidia y la soberbia son (con mucho) los pecados capitales mas practicados, y machacar al vecino un deporte mayoritario, no es de extrañar que sus señorías, traten de maquillar sus currículos, ya que con un buen currículo se obstaculiza de forma efectiva la acusación de falta de competencia profesional.
Y ahí entra la corrupción.
Y como la culpa en la corrupción se reparte entre en corruptor y el corrompido, hay que partir de la base de que en el bochornoso tema de los máster no realizados, tesis plagiadas, y títulos inventados, se precisa de la colaboración necesaria de las entidades emisoras de los títulos.
Y sí, puedo entender que Perico de los Palotes, diputado por Cuenca, trate de maquillar su curriculo... lo que no puedo entender - de ninguna manera - es que haya una universidad que se preste a ello.
No voy a rasgarme las vestiduras.
Todo en España es reflejo de la sociedad que nos rodea pues, a la postre, es esa sociedad la que nutre universidades, seminarios, cuarteles, hospitales, bancos, negocios e instituciones...
La solución a estos problemas pasa inexorablemente por sacar a España de la mediocridad... si lo conseguimos, esto se arreglará solo.
Pero, ¿por donde empezamos?
miércoles, 12 de septiembre de 2018
Nadar y flotar
Que dice el Sr. Borrell que a los golpistas catalanes hay que soltarlos... porque hay otras maneras de tenerlos controlados.
El Sr. Borrell es el paradigma de burgués catalán que se mueve como pez en el agua en la indefinición. Es un maestro en eso de jugar "a la puta y a la Ramoneta", expresión popular de mi infancia que se aplicaba a los que como la madrileña iglesia de San Sebastián, tienen dos caras.
Durante mi infancia y mi juventud he conocido a innumerables señores Borrell... personas mas o menos instruidas (algunas bastante instruidas) que vivían inmersas en un estado de confortable amoralidad política.
Los que son como el Sr. Borrell se guían unicamente por su instinto de supervivencia... instinto que - dicho sea de paso - tienen desarrollado hasta extremos inconcebibles.
Ajenos a cualquier intención de sacrificio personal, se arriman de forma automática al sol que más calienta, flotando en el limbo de la corrección política y la ausencia de cimientos ideológicos.
De hecho, no se les puede acusar de pertenecer a un grupo ideológico concreto porque, simplemente, carecen de ideología.
Pronto hará un año que se produjo aquella espectacular manifestación que llenó de banderas españolas la ciudad condal... entre los oradores que recibieron en la Vía Layetana a los manifestantes estaban Vargas Llosa y el Sr. Borrell.
Comenté entonces a mis allegados que yo no habría elegido al Sr. Borrel como orador, entre otras cosas porque siempre he sostenido que es de los que sólo se representa a si mismo... pero a todo el mundo le pareció bien, porque era catalán, socialista, moderado... reunía - a fin de cuentas - las mejores condiciones para evitar que los de siempre dijesen (como dijeron) que aquello era una manifestación de fachas.
El Sr. Borrell salió a la palestra, dijo no se que tontería de un amigo en la luna que tenía un telescopio (a veces las metáforas no resultan del todo afortunadas) y expresó ese mensaje simplón que tanto gusta al respetable.
Claro que Vargas Llosa se descolgó con lo de "aquella Barcelona cosmopolita y moderna" que él conoció en su juventud, obviando que su juventud transcurrió (al igual que su viaje y estancia en Barcelona) en pleno franquismo... coincidiendo con la adolescencia del abajo firmante.
No fueron discursos memorables, pero no estuvieron del todo mal... aunque yo - si les soy sincero - hubiese pedido un puntito mas de patriotismo del bueno... unas peras que, a todas luces, no puede pedirse a determinados olmos.
No ha pasado ni un año y al Sr. Borrell ya no le reconocemos.
Para ser justos, ha habido un hecho a considerar en esta rápida evolución: que lo ha nombrado ministro el marido de la señora Gómez... y eso pesa lo suyo.
La clase política española en general (salvo honrosas excepciones) y la catalana en particular, hacen gala de una relatividad ideológica abrumadora.
No creen en nada ni en nadie, su comportamiento depende - unicamente - de las circunstancias o las encuestas.
En Cataluña, los señores Borrell de la vida son casi la totalidad de la burguesía tradicional y una importante porción de la nobleza... no se dejen engañar.
Los señores Borrell de la vida son los que han facilitado que estemos como estamos.
Son los que han hecho creer a montones de "constitucionalistas" que en esta lucha están junto a la ley, que no son "extremistas" (vulgo fachas), que tienen "seny" (sentido común)... pero no obedecen a otra ley que su propia conveniencia y la "seny" la usan solo para mantenerse a flote.
Yo los cononozco bien.
Como los canallas profesionales, saben decirle a cada uno lo que quiere oir...
Si se cruza usted con uno, hágase el loco y vigile su cartera.
Y sobre todo, no diga que no se lo advertí.
El Sr. Borrell es el paradigma de burgués catalán que se mueve como pez en el agua en la indefinición. Es un maestro en eso de jugar "a la puta y a la Ramoneta", expresión popular de mi infancia que se aplicaba a los que como la madrileña iglesia de San Sebastián, tienen dos caras.
Durante mi infancia y mi juventud he conocido a innumerables señores Borrell... personas mas o menos instruidas (algunas bastante instruidas) que vivían inmersas en un estado de confortable amoralidad política.
Los que son como el Sr. Borrell se guían unicamente por su instinto de supervivencia... instinto que - dicho sea de paso - tienen desarrollado hasta extremos inconcebibles.
Ajenos a cualquier intención de sacrificio personal, se arriman de forma automática al sol que más calienta, flotando en el limbo de la corrección política y la ausencia de cimientos ideológicos.
De hecho, no se les puede acusar de pertenecer a un grupo ideológico concreto porque, simplemente, carecen de ideología.
Pronto hará un año que se produjo aquella espectacular manifestación que llenó de banderas españolas la ciudad condal... entre los oradores que recibieron en la Vía Layetana a los manifestantes estaban Vargas Llosa y el Sr. Borrell.
Comenté entonces a mis allegados que yo no habría elegido al Sr. Borrel como orador, entre otras cosas porque siempre he sostenido que es de los que sólo se representa a si mismo... pero a todo el mundo le pareció bien, porque era catalán, socialista, moderado... reunía - a fin de cuentas - las mejores condiciones para evitar que los de siempre dijesen (como dijeron) que aquello era una manifestación de fachas.
El Sr. Borrell salió a la palestra, dijo no se que tontería de un amigo en la luna que tenía un telescopio (a veces las metáforas no resultan del todo afortunadas) y expresó ese mensaje simplón que tanto gusta al respetable.
Claro que Vargas Llosa se descolgó con lo de "aquella Barcelona cosmopolita y moderna" que él conoció en su juventud, obviando que su juventud transcurrió (al igual que su viaje y estancia en Barcelona) en pleno franquismo... coincidiendo con la adolescencia del abajo firmante.
No fueron discursos memorables, pero no estuvieron del todo mal... aunque yo - si les soy sincero - hubiese pedido un puntito mas de patriotismo del bueno... unas peras que, a todas luces, no puede pedirse a determinados olmos.
No ha pasado ni un año y al Sr. Borrell ya no le reconocemos.
Para ser justos, ha habido un hecho a considerar en esta rápida evolución: que lo ha nombrado ministro el marido de la señora Gómez... y eso pesa lo suyo.
La clase política española en general (salvo honrosas excepciones) y la catalana en particular, hacen gala de una relatividad ideológica abrumadora.
No creen en nada ni en nadie, su comportamiento depende - unicamente - de las circunstancias o las encuestas.
En Cataluña, los señores Borrell de la vida son casi la totalidad de la burguesía tradicional y una importante porción de la nobleza... no se dejen engañar.
Los señores Borrell de la vida son los que han facilitado que estemos como estamos.
Son los que han hecho creer a montones de "constitucionalistas" que en esta lucha están junto a la ley, que no son "extremistas" (vulgo fachas), que tienen "seny" (sentido común)... pero no obedecen a otra ley que su propia conveniencia y la "seny" la usan solo para mantenerse a flote.
Yo los cononozco bien.
Como los canallas profesionales, saben decirle a cada uno lo que quiere oir...
Si se cruza usted con uno, hágase el loco y vigile su cartera.
Y sobre todo, no diga que no se lo advertí.
miércoles, 5 de septiembre de 2018
Intérpretes y traductores
Aprendí a hablar español de pequeño y a escribirlo razonablemente bien en mi adolescencia.
Para mejorar en mí esta cualidad, mis profesores eran capaces de suspenderte un examen de química si cometías una falta de ortografía... si el examen era de lengua o geografía, ni les cuento.
Pasé muchos veranos escribiendo frases del tipo : "¡Ahí hay un hombre que dice ay!", y aprendiendo a diferenciar "baya" de "valla" y de "vaya"... y como no había consolas de videojuegos, en las largas y ocasionalmente aburridas tardes de agosto, leía libros.
La capacidad de entender el lenguaje en mi generación era bastante buena... nada comparado con la de nuestros mayores, pero - justo es reconocerlo - nuestro vocabulario era razonablemente extenso.
Nuestros hijos han perdido la capacidad de leer por la vorágine "multimedia" en la que han crecido pero con todo y con eso, creo que - en general - te entienden cuando les hablas.
Por eso, cada día me maravilla más la legión de intérpretes y traductores que, voluntariamente, nos explican lo que dicen nuestros políticos.
Entre los entregados traductores e intérpretes, tenemos a los tertulianos de las televisiones canallas, los portavoces del gobierno y - llevándose la palma - los minusválidos argentinos con responsabilidades políticas.
Esta caterva de charlatanes de feria se distinguen por su afán de explicar, bajando siempre varios grados de exaltación, los discursos de - por ejemplo - los supremacistas catalanes.
A Torra - es un hecho - se le entiende bastante bien cuando habla.
Dice lo que dice, y lo dice sin atenerse a la mínima corrección política y - frecuentemente - sin dar muestras de querer mantenerse dentro de las mas elementales normas de cortesía, educación o moderación verbal.
Dice lo que dice y se le entiende a la perfección, pero no pasa una hora sin que algún tertuliano o portavoz de partido, se esfuerce por explicarnos lo que ha querido decir.
Por lo general la explicación no cuadra con lo que apreciamos al escuchar al nazi de turno, pero dulcifica el discurso para justificar la onerosa traición de los que - pactando con él - se permiten el lujo se sustentarse en un poder que no le han concedido las urnas.
El problema no está nunca del lado de los etarras o los separatistas... ellos saben muy bien lo que quieren y no les avergüenza manifestarlo. El problema está en los "constitucionalistas" que no quieren - bajo ningún concepto - aceptar la la realidad.
¿De que realidad hablo?
Pues muy sencillo, de la evidencia de que en España hay mucha gente que desea fervientemente la destrucción del Estado de Derecho y de la Nación.
La destrucción del Estado de Derecho les permitiría montar esa dictadura marxista, bolibariana, nihilista o lo que ustedes prefieran, en la que ni usted ni yo tenemos cabida. Esa dictadura en la que usted y yo no somos considerados personas... eso que se ha implantado ya con éxito en países como Cuba o Venezuela, antaño prósperos y ahora miserables.
La destrucción de la Nación, hoy por hoy, de la mano de Torras, Puigdemones, Mases y Pujoles, sólo trata de ocultar esa historia de corrupción, abusos, nepotismo y latrocinio generalizado que lleva viviendo mi Cataluña natal desde que decidimos dotar de "autonomía administrativa" a quienes ni lo necesitaban ni lo merecían.
Pero no falta nunca quien a la luz de la interpretación, considerará que el discurso de un racista miserable, consentido por un gobierno traidor, cobarde y holgazán, es una muestra del modelo de tolerancia democrática que nos hemos dado.
Claro que esos son los mismos que están dispuestos a montar una comisión de "la verdad"... como si la verdad pudiera establecerse a mano alzada.
Para mejorar en mí esta cualidad, mis profesores eran capaces de suspenderte un examen de química si cometías una falta de ortografía... si el examen era de lengua o geografía, ni les cuento.
Pasé muchos veranos escribiendo frases del tipo : "¡Ahí hay un hombre que dice ay!", y aprendiendo a diferenciar "baya" de "valla" y de "vaya"... y como no había consolas de videojuegos, en las largas y ocasionalmente aburridas tardes de agosto, leía libros.
La capacidad de entender el lenguaje en mi generación era bastante buena... nada comparado con la de nuestros mayores, pero - justo es reconocerlo - nuestro vocabulario era razonablemente extenso.
Nuestros hijos han perdido la capacidad de leer por la vorágine "multimedia" en la que han crecido pero con todo y con eso, creo que - en general - te entienden cuando les hablas.
Por eso, cada día me maravilla más la legión de intérpretes y traductores que, voluntariamente, nos explican lo que dicen nuestros políticos.
Entre los entregados traductores e intérpretes, tenemos a los tertulianos de las televisiones canallas, los portavoces del gobierno y - llevándose la palma - los minusválidos argentinos con responsabilidades políticas.
Esta caterva de charlatanes de feria se distinguen por su afán de explicar, bajando siempre varios grados de exaltación, los discursos de - por ejemplo - los supremacistas catalanes.
A Torra - es un hecho - se le entiende bastante bien cuando habla.
Dice lo que dice, y lo dice sin atenerse a la mínima corrección política y - frecuentemente - sin dar muestras de querer mantenerse dentro de las mas elementales normas de cortesía, educación o moderación verbal.
Dice lo que dice y se le entiende a la perfección, pero no pasa una hora sin que algún tertuliano o portavoz de partido, se esfuerce por explicarnos lo que ha querido decir.
Por lo general la explicación no cuadra con lo que apreciamos al escuchar al nazi de turno, pero dulcifica el discurso para justificar la onerosa traición de los que - pactando con él - se permiten el lujo se sustentarse en un poder que no le han concedido las urnas.
El problema no está nunca del lado de los etarras o los separatistas... ellos saben muy bien lo que quieren y no les avergüenza manifestarlo. El problema está en los "constitucionalistas" que no quieren - bajo ningún concepto - aceptar la la realidad.
¿De que realidad hablo?
Pues muy sencillo, de la evidencia de que en España hay mucha gente que desea fervientemente la destrucción del Estado de Derecho y de la Nación.
La destrucción del Estado de Derecho les permitiría montar esa dictadura marxista, bolibariana, nihilista o lo que ustedes prefieran, en la que ni usted ni yo tenemos cabida. Esa dictadura en la que usted y yo no somos considerados personas... eso que se ha implantado ya con éxito en países como Cuba o Venezuela, antaño prósperos y ahora miserables.
La destrucción de la Nación, hoy por hoy, de la mano de Torras, Puigdemones, Mases y Pujoles, sólo trata de ocultar esa historia de corrupción, abusos, nepotismo y latrocinio generalizado que lleva viviendo mi Cataluña natal desde que decidimos dotar de "autonomía administrativa" a quienes ni lo necesitaban ni lo merecían.
Pero no falta nunca quien a la luz de la interpretación, considerará que el discurso de un racista miserable, consentido por un gobierno traidor, cobarde y holgazán, es una muestra del modelo de tolerancia democrática que nos hemos dado.
Claro que esos son los mismos que están dispuestos a montar una comisión de "la verdad"... como si la verdad pudiera establecerse a mano alzada.
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