“El Gobierno ha reiterado que la decisión de repatriar a los cooperantes en los campamentos saharauis de Tinduf tiene "motivos fundados" ante el riesgo terrorista procedente de Mali, mientras que las organizaciones no gubernamentales le han pedido que concrete las razones de la salida. En esRadio lo hizo el representante del Polisario, que lamentó que "marruecos lo estará celebrando".” [LD 29/07/2012]
Me sucede que cuando leo determinadas declaraciones me vienen a la memoria cosas que he vivido.
Tal vez sea que el medio siglo largo que arrastro a mis espaldas me ha ido moldeando sobre la base poco práctica de este carácter sanguíneo y rabiosete que me ha tocado en suerte... es la genética – que le vamos a hacer – y el haber vivido en un ambiente familiar en el que decir la verdad pesaba mas que ganar dinero.
Y no lo digo por decir, en mi familia hay cabezas que de haberse dedicado a ganar dinero, lo habrían ganado a espuertas (de ello estoy seguro) pero en esto de ganar dinero hay siempre un poquito de no-se-que, que acaba corrompiendo tu alma inexorablemente. Y a la larga, aquello de ser pobres pero honrados, acaba por tener un significado que te condiciona la existencia misma.
No ha querido Dios que seamos pobres, pero ha procurado, con la ayuda de mis padres, que intentemos ser honrados.
Y eso se traduce en que cuando te enfrentas a la mentira y a la corrupción (que como dice mi amigo Aquilino, es el lubricante de las democracias), se te pone un pellizquito en la barriga que termina conduciéndote – por tu natural rabioso - al bálsamo del confesionario.
El Polisario, para aquel que no lo recuerde o que, simplemente, viva ajeno a la realidad, son aquellos que arrojaban granadas de mano por encima de las tapias de nuestros cuarteles en el Sahara.
Son aquellos que apoyaron nuestra retirada de aquel desierto donde, a los hechos me remito, les dábamos una vida infinitamente mejor que la que les han dado sus “aliados” marroquíes de aquella famosa “marcha verde” que – tal vez – tenía que haber terminado como el rosario de la aurora... pero que fue de otra manera porque, de libro a libro, el nuestro era la Biblia.
Ahora, tras ocho años de poner nuestra política exterior (y la interior) en manos de imbéciles, los españoles que se desplazan a ayudar a quien probablemente no se lo merece, son objetivo preferente de secuestradores.
Porque España, paga rescates.
Ahora, si España quiere dejar de pagar rescates, tendrá que mandar a hombres a que les agujereen el pellejo cuando los de siempre traten de extorsionarnos.
Esos hombres serán soldados. Serán muchachos de Valladolid o de Albacete que nada tienen que ver con los ciudadanos que deberán rescatar a riego de perder la vida... que nada tienen que ver con la incompetencia de los políticos que los mandan a esas misiones, y que tienen padres, mujeres e hijos... hombres cuya vida tiene, desde mi punto de vista, mucho más valor que las de los idiotas que tienen que ir a rescatar.
Idiotas como el que – a pesar de las advertencias – se ha quedado en Tinduf.
Idiotas como esa partida de piratas que – a bordo del Alacrana, y bajo pabellón de conveniencia – se dedicaban a esquilmar con artes prohibidas los bancos pesqueros de Somalia... porque a esa partida de bucaneros, que no pescaban ondeando la bandera de España, lo suyo hubiese sido que los rescatase su padre.
Pero los rescatamos. Costó un dineral. Y una parte importante de la tripulación del pesquero se negó (por razones políticas) a subir a un avión militar para que los trasladasen a la península... ¿se acuerdan de aquello?
Los catalano-pijos que montaron una ONG (convenientemente subvencionada por la Generalitat) para darse un veraniego paseito por África con un par de camiones llenos de donuts y que fueron advertidos por activa y por pasiva acerca de que no siguiesen el itinerario previsto inicialmente, fueron secuestrados (como era de prever) por mauritanos que apoyaban a “al-qaeda”... y España gastó una desproporcionada cantidad de recursos para terminar pagando un escandaloso rescate... que no agradeció ninguno de ellos no fuese que los tildasen de “españolistas”.
Los de al-qaeda, por los misioneros no piden rescate... como su fe les lleva a mantenerse en lo que hacen y cuentan con la muerte como posibilidad en su trabajo, los matan y listo, pero a los profesionales de las muy subvencionadas oenegés progres españolas, si los retienen, porque sus colegas de Europa ponen el grito en el cielo y exigen que les saques de los pozos de mierda en los que se han metido voluntariamente tras haber sido profusamente advertidos.
Yo no se en lo que acabará lo de Tinduf... lo imagino porque a los marroquíes ya me los voy conociendo, pero si al tonto de los palotes que se ha querido quedar allí lo secuestran y piden por él un rescate... con todo lo que conlleva, a su regreso a España habría que meterlo en la carcel.
