domingo, 16 de enero de 2011

La segunda parte

 
Aquellas aguas trajeron estos lodos.
Ya tenemos a un concejal del PP en Murcia hospitalizado con la cara destrozada.
A base de titanio y tornillos están tratando de reconstruírsela. Es posible que no pierda el ojo izquierdo… pero veremos a ver.
Es – como todos pueden apreciar – lo mismito que le ocurrió al señor (por llamarlo algo) Bono: una agresión política.
Pero aquella fue mentira y esta ha sido verdad.
Aquella falsa agresión supuso el inmediato arresto de dos militantes del PP que después, miren ustedes que cosas, hubo que dejar en libertad, básicamente porque la agresión a Bono presentaba mas dudas que pruebas.
No recuerdo que al millonario de la hípica le tuviesen que hospitalizar… pero a este concejal, materialmente, le han partido la cara.
Los trogloditas de la izquierda murciana llevaban semanas amenazando. No había más que asomarse a Internet para constatar hasta que punto esta caterva de canallas se dedicaba a caldear los ánimos con salidas de tono en los foros y, como siempre, falseando la verdad, manipulándola o, directamente, calumniando.
Es lo que hace nuestra izquierda. No sabe hacer otra cosa.
Al final, unos dignos representantes de la progresía, la han emprendido a golpes con un concejal. Pero como es del PP, “algo habrá hecho”.
El gobierno de España (marca registrada) tiene una grave responsabilidad… no por no evitar la agresión ya que las agresiones las perpetran gorilas fuera de control, pero si por haber aventado el clima que ha descontrolado a los gorilas.
Espero equivocarme, pero me consta que los responsables de esta atrocidad saldrán impunes, porque en España la fiscalía es un cuento y la justicia un cachondeo. Un cachondeo de izquierdas, al servicio del que reparte el pienso en el pesebre.
O se van estos tíos al paro o lo que nos espera va ser de aupa.
Y no me refiero a la crisis económica.