"El titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, ha imputado a Juan Manuel del Olmo, secretario de Comunicación de Podemos, responsable de las campañas del partido y mano derecha de Pablo Iglesias, además de al tesorero y la gerente del partido tras la denuncia presentada por el abogado despedido José Manuel Calvente, por posibles delitos de malversación y administración desleal. Además, ha requerido a Podemos abundante documentación que abarca desde la contabilidad hasta tablas de sueldos de trabajadores. Calvente ha denunciado la existencia de una caja B de la que se pagaban sobresueldos y en la que se ocultaban gastos opacos, con fondos que provenían de las donaciones mensuales de los cargos públicos estatales del partido." (Ok Diario, 12/08/2020)
Que digo yo que menos mal que estos zurupetos venían a regenerar la política española y a enseñarnos lo que es la democracia.
Y yo no se ustedes, pero todavía recuerdo la matraca que dieron con la caja B del PP, con Rita Barberá, con "M punto", con Bárcenas... hasta la moción de censura y mal allá.
A día de hoy, las imputaciones les van creciendo a los podemitas como setas en otoño... y todo apunta a que al final va ha poderse decir que Podemos "es un partido corrupto" (aunque no haya un juez "facha" que lo ponga en negro sobre blanco).
Lo tapan como pueden, pero llegará un momento en el que "esto" será imposible de ocultar.
Los de Inda lo explican muy bien:
"Para que nos hagamos una idea, es algo así como si cuando Rajoy era presidente del Gobierno, un juez hubiera imputado no sólo a Bárcenas, sino también a Soraya Sáenz de Santamaría y a María Dolores de Cospedal, por posible malversación y administración desleal, entre otros posibles delitos relacionados con la existencia de una caja B en la contabilidad del Partido Popular." (Ok Diario, 12/08/2020)
De modo que mi respuesta favorita a partir de ahora, cuando me hablen de Podemos, será: "¿El partido ese de la caja B y la malversación de fondos?."
Y espero que, como dice el refrán: A cada cerdo le llega su San Martín.
Este San Martín que, para mi gusto, ya está tardando en llegar.