Todo el que me conoce sabe que Juan Carlos I no ha sido nunca santo de mi devoción.
Desde que Adolfo Suarez (el gran corruptor) lo introdujo en el mundo de las comisiones, el Rey de España fué amasando una fortuna en base a su condición de diplomático aventajado... Nadie se acuerda ya - por ejemplo - de cuando comprábamos el petroleo a Petromex pese a que el crudo venezolano era muchísimo mas barato por mor de las "relaciones" del Estado.
Su papel en el 23-F tampoco fue lo que nos han contado... poco a poco se va sabiendo la verdad y lo que se desvela no es precisamente edificante.
Su relación con la izquierda Socialista fue algo mas que buena y tuvo cierta connivencia con el desvalijador del 3% (tranquilo, Jordi, tranquilo...).
Se dejó chantajear por vistosas faranduleras y sus devanéos pusieron en mas de un aprieto a la Casa Real... lo sé de primera mano.
En mi opinión, no fue un Rey todo lo digno que yo hubiese querido para España.
Pero dicho esto, al contemplar su actividad en el contexto de lo que fue la Transición y - sobre todo - al compararlo con las demás personalidades políticas que hemos disfrutado, no me queda otro remedio que decir de él que como asaltante del erario jugaba en tercera regional.
Su actividad diplomática consiguió grandes éxitos para la economía española, y eso es - sin lugar a dudas - mucho mas de lo que han hecho por España la colección de mangantes que hemos tenido por presidentes del Gobierno.
Su nivel de corrupción - analícese como se analice - está a años luz (por debajo) de lo que hicieron en Andalucía los Felipistas o en Cataluña los Pujolistas...
El que no se consuela es porque no quiere, dirá usted... y es verdad. pero siempre he defendido que en esto de la "corrupción" el tamaño si que importa.
Y ahora, cuando el Rey Emérito ha tomado la decisión de quitarse de en medio para no perjudicar la imagen de la Institución, la izquierda hipócrita (valga la redundancia) se tira al cuello de Felipe VI por los pecados (todavía presuntos) de su padre.
Una vez mas el embudo tiene dos lados y los españoles tenemos que soportarlo.
A Juan Carlos de Borbón, seguramente, se le podrá imputar un delito fiscal... como a cualquier futbolista o titiritero, pero robar, lo que se dice robar a los españoles, prevaricando, mintiendo y creando una cloaca que nos va a sobrevivir, sólo puede puede atribuírsele al PSOE y a la izquierda que ahora pide cabezas ajenas para tapar sus vergüenzas.
Felipe González las hizo de todos los colores y Zapatero las hizo y las sigue haciendo.
¿A alguien le suena el origen de la fortuna de Bono?
¿Porqué la DEA americana anda detrás de Podemos y de Zapatero?
Y si de paraísos fiscales hablamos ¿Están exentos de su uso los Pujol, Mas, Puigdemont y compañía?... ¿Y Pablito y sus amiguetes narco-venezolanos?
Habla siempre el que menos tiene que hablar.
Porque aquí lo de jugar todos o romper la baraja nunca se aplica.
Así que hasta que vea pasar por caja a Pablo Iglesias por sus numerosas imputaciones, a Felipe Gonzales por su inexplicable fortuna, a los Pujol en su conjunto por haber creado la trama de robo mas escandalosa de la democracia, a Bono el bocachancla por esas inumerables e injustificadas propiedades que posee y a Zapatero por el expolio que está haciendo al pueblo venezolano, no me verán decir ni mus, del comportamiento del Rey Emérito.
En la lista de aprovechados, el padre de Felipe está a la cola... muy a la cola.
Y ya está bien de cortinas de humo para que Pedro Sánchez pueda seguir usando el Falcon.