Ciertamente, este fin de semana no ha sido muy bueno para los golpistas catalanes.
Primero han mandado a la cárcel a aquellos que (inexplicablemente) salieron bajo fianza ante el asombro del respetable... razones tendría el señor juez cuando lo hizo, aunque yo a estas alturas, sigo sin entenderlo.
La que lucharía "hasta el final" ha puesto pies en polvorosa y al cobarde del pelucón lo han trincado los alemanes cuando regresaba a esa caricatura de país donde se había atrincherado.
Como no les llega la camisa al cuerpo, los sinvergüenzas adjuntos a los golpistas (esos que ahora hacen como que son respetuosos con la ley) se han dedicado a caldear el ambiente gritando eso de ¡basta ya!.
En estos momentos, en Barcelona la masa de borregos engañados por el "proceso" se manifiesta iracunda ante la delegación del Gobierno y ante el consulado alemán.
Ante todo hay que decir que esta caterva de chorizos que han usado los sentimientos de los catalanes (no de todos, sólo de los que carecen de entendederas) para ponerse morados de robar, no sólo sabían las consecuencias de sus actos sino que, me juego la paga de este més, estaban esperando que el desenlace se produjese en un plazo de tiempo no muy largo.
Contaban - eso si - con la cobardía de este Gobierno de España tan poco entregado a hacer cumplir las leyes... y esperaban que dado que los huesos de Montesquieu se están revolviendo en su tumba desde hace ya un par de décadas, el sesteante de la barba presionase al Judicial hasta que la balanza se extraviase.
Y no ha sido así.
Huyendo hacia adelante, los "pastores" calientan al rebaño... y cometen un error.
Por supuesto, no se harán responsables de la sangre que esto traiga.
La sangre no importa siempre que no sea la tuya la que se vierte... y los políticos secesionistas viven con el cálculo de que habrá unas cuantas viudas y unos cuantos huérfanos, pero que para cuando eso pase, estarán en Bélgica ellos y sus familias.
Ha sido así siempre.
Y digo que esto traerá sangre, porque cuando las tripas sustituyen al cerebro, al cerebelo y al bulbo raquídeo, lo que queda en la cabeza solo sirve para embestir.
Y embestirán...
Y si Dios quiere, habrá poca sangre, pero si como es de prever, se sigue azuzando a los carneros, el sol saldrá por Antequera... y nos veremos rezando el rosario de la aurora sin darnos apenas cuenta.
Para mi, la culpa es de Rajoy, de Aznar, de Zapatero, de Felipe González y de los imbéciles que promulgaron el Estado de las Autonomías que es, como estamos viendo todos los días, el cáncer que devora a España... y por supuesto, de forma mas directa, de los Pujol, los Mas, los Puigdemont y de aquellos que teniendo que ingresar en prisión, no ingresan.
Se les ha dejado creer que pueden hacer lo que les dé la gana... y cuando se den de boca con la onerosa realidad de la sangre, no saldrán de su asombro.
Espero estar equivocándome, pero me dá que no.