Podemos no es un partido político.
No tiene un discurso único porque está compuesto por una miríada de grupúsculos – mas o menos radicales - que, tradicionalmente, eran filtrados por la ley del 5%.
Su discurso en Cataluña es diferente a su discurso en Andalucía… y es así porque no son un partido político.
Como son mas listos que nadie, acceden a las instituciones como coalición de taifas, pero a la hora de recibir las subvenciones quieren hacerlo como partidos independientes…
Desde el 15 M, aprovechando el descontento generalizado, la crisis económica y el apoyo incomprensible de tres cadenas de televisión, han hecho creer a una parte de los españoles que eran un partido “transversal”, es decir, donde cabe “todo el mundo”… siendo esta la primera y mayor de sus mentiras.
Aupados en la aterradora ignorancia del pueblo español, han hecho creer a mucha gente que un individuo que se declara amigo de Maduro, admirador de Lenin y del “Che” Guevara y que se mueve como pez en el agua en el mundillo “antisistema”, del que procede y al que sirve… ¡¡es un social-democrata!!.
En las anteriores elecciones, canalizando el odio y las neuras de los españoles de a pie, consiguieron un resultado electoral sorprendente… pero como “por sus actos los conoceréis”, en estas se han dado el batacazo.
¿Batacazo?, no tal.
De hecho han mantenido (con un millón de votos menos) los mismos diputados que consiguieron la vez anterior, algo que pone de manifiesto que nuestra ley electoral es una basura… pues si perder un millón de votantes no tiene efecto en la representación parlamentaria es que algo estamos haciendo mal.
¿Quienes se han ido de “podemos” esta vez?… en mi opinión, se han quitado de en medio el millón largo de engañados que, la vez anterior, se tragaron lo de la “nueva política”, lo de la “lucha contra la corrupción”, lo del discurso populista de la Patria, el Pan y la Justicia que – a la postre y a los ayuntamientos “podemitas” me remito – era mentira.
Porque una cosa es predicar el odio y otra dar trigo.
¿Y que nos ha quedado de todo esto?
Para mi, lo mas importante, es que la gente va dándose cuenta del palo que tocan.
Hemos visto como las redes sociales, esa herramienta que maneja Podemos con maestría en su propio beneficio, se ha llenado de insultos y amenazas a los que (¡oh!, sorpresa) no han querido votarles.
Las hieles del fracaso han quitado caretas a diestro y siniestro y nos los han mostrado como lo que son: unos pijos malcriados y violentos… unos chulos de barraca.
Unos chulos de barraca, pijos malcriados y violentos, cuyo sectarismo les impide aceptar que la voluntad popular no siempre coincide con sus propios deseos… y que España, la España del “Gran Hermano”, prefiere padecer los efectos de la corrupción política a la escasez de alimentos inmersos en un régimen liberticida.
Llevado a extremos, prefiere el modelo Mejicano al Venezolano.
Aliarse con Izquierda Unida les ha ido mal… pero si no hubiesen ido en coalición con ellos, habrían perdido un montón de escaños.
Cuesta digerirlo ¿verdad Pablo?.