viernes, 31 de agosto de 2012

Rimsha Masih

En Pakistán  Rimsha Masih, una niña cristiana de 11 años va a ser ajusticiada por blasfemia.
Evidentemente la blasfemia es contra Alá y los juzgadores son musulmanes.
La niña, además, tiene síndrome de Down, como certifica un informe del hospital de Islamabad... pero eso, a sus captores, parece darles igual.
La ley por la que se juzga el delito data de 1986 (nadie piense que esto es cosa del siglo XV), y lo que hay detrás, no les quepa duda, es que la niña es cristiana.
Los musulmanes defienden que el Islám no es malo en sí mismo y que sólo unos pocos lo utilizan como un parapeto tras el cual cometer toda clase de desmanes... y puede que tengan razón, ya que el Islám - como religión - la practican alrededor de 1.200 millones de personas.
Pero – que casualidad – en casi todos los conflictos activos en el planeta Tierra, hay musulmanes enarbolando el Corán. Musulmanes contra cristianos, musulmanes contra budistas, musulmanes contra indúes, musulmanes contra musulmanes...
Imagino que si los cristianos usásemos el Antiguo Testamento como código penal haríamos también cosas muy curiosas, pero no es así. La existencia del Nuevo Testamento deja meridianamente claro a los cristianos que una animalada como la que quieren hacer en Pakistán es inviable.
Y eso, es independiente de la existencia de un Papa que ponga orden, cosa que – al no existir en el mundo islámico – permite que afloren iluminados (con sus correspondientes seguidores) en todas partes.
Occidente, que lleva siglos separando política y religión, va caminando hacia un ateísmo suicida que se materializa por el creciente odio hacia todo lo que signifique religión (quizá debería decir hacia todo lo que signifique religión católica o de raíz cristiana, porque curiosamente, a los que les molesta que yo vaya a misa, parece no molestarle en absoluto que le pongan una mezquita, o un centro budista al lado de su casa)... sin embargo, en los países bajo la influencia del Islám, la tendencia es la opuesta.
Un conocido judío, residente en Israel, me contaba que el acceso al poder político de los ayatolas tiene una cierta explicación en la corrupción generalizada de la sociedad civil en los países islámicos. Concretamente recalcaba el hecho de que los ayatolas no saquean a su pueblo para acumular riquezas y, donde hay hombres “de fe” al mando, las comunidades perciben una distribución mas justa de la riqueza... de modo que prefieren  un dictador religioso a un dictador a secas.
Como hombre con principios religiosos, admito que Occidente no es un ejemplo a seguir. Entiendo que contemplen la asquerosa sociedad en la que nos hemos convertido como algo que no hay que imitar... pero con todos sus defectos, en el occidente de raíces cristianas, es muy difícil conseguir una pena de muerte para un menor con síndrome de Down.
Y ahí radica la diferencia.
Por eso, cuando veo la complacencia con que permitimos la proliferación de mezquitas en España, y la benevolencia con que se trata a quienes vienen a someternos a sus costumbres, no puedo menos que acordarme de lo que decía un ácido humorista en uno de sus diálogos: que si en el himno de España apareciese la palabra “valiente” cerca de la palabra “español”, en medio, inevitablemente, tendría que estar la palabra “gilipollas”...
Valiente gilipollas está hecho el español.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Curaflautas

"Camino a la independencia a través de un ansiado protagonismo mediático. El independentismo político en Cataluña y el nacional-progresismo eclesial han encontrado un nuevo eslabón y un referente mediático de lo más curioso. Una monja, benedictina para más señas, se ha convertido en todo un icono de la independencia de Cataluña. Y mientras tanto el abad de Montserrat se ha subido al carro para quemar sus últimas naves y así poder convertirse en el sustituto del cardenal Martínez Sistach en Barcelona".[LD 28/08/2012]


Iglesia somos todos.
Los curas y las monjas son una parte esencial, visible y cualificada de la misma, pero sin los cristianos no existe la Iglesia.
Digo esto porque en todo grupo humano (sin excepción) hay siempre un cupo de imbéciles, y a esta ley, eso que llaman “el clero”, tampoco escapa.
En el seno del grupo de pastores de la Iglesia los imbéciles son fáciles de reconocer... con apenas quince años, cuando empezaba a interesarme por las cosas que me rodeaban en mi Barcelona natal, coincidí con un nutrido grupo de ellos, y gracias a que también encontré sacerdotes como catedrales y al ejemplo que recibí en mi propio entorno familiar, el abajo firmante se abstuvo de abandonar el redil... pero muchos compañeros de colegio que no tuvieron mi suerte, abandonaron sus creencias a través de la relación espiritual que tuvieron con esa partida de gilipollas con sotana.
A los gilipollas con sotana – en Barcelona – se les reconocía por el desprecio que sentían hacia el rito, los sacramentos y todas esas cosas que – se supone – debían explicar a su rebaño.
En vez de hablar de Dios hablaban de “justicia social” y decían memeces tales como que Jesús fue “el primer comunista” (lo he oído de boca de un seminarista que nos “catequizaba” en el colegio, no me lo estoy inventando)... y eran, indefectiblemente, catalanistas.
Interpretando el “Vaticano Segundo” como les daba la gana, crearon una enorme confusión entre los que aspirábamos a recibir una formación religiosa que nos permitiese sobrevivir dignamente a este valle de lágrimas.
Muchos de ellos – gracias a Dios – abandonaron aquellos hábitos que jamás debieron vestir, pero una parte sustancial se dedicó, en cuerpo y alma, a vaciar los seminarios y las parroquias catalanas.
Las continuas incursiones de los “curaflautas” en la opinión política, terminaban siempre hastiando al personal sensato o poniendo en manos de movimientos “obreros” (término usado entonces para decir “marxistas”) a los bienintencionados tontitos que se acercaban a escucharlos.
En esas diócesis tan infiltradas por el marxismo no había obispo que sobreviviese... y los que trataban de poner un poco de orden se encontraban con una nutrida colección de subordinados que no acababan de entender aquello del voto de obediencia.
El fenómeno se repitió en toda España, adquiriendo tintes especialmente dramáticos en las vascongadas, donde el comportamiento de muchos sacerdotes fue – y sigue siendo - claramente delictivo.
Como sucede con la derechona de me disculpe usted, los tontitos con alzacuello (que suelen ser los que no llevan alzacuello) se arriman a la izquierda pensando que en esas aguas se puede pescar alguna cosa... encontrándose con una masa que les alaba el gusto sólo en la medida que sirve a sus intereses políticos, pero de la que no van a sacar jamás una conversión. Al final, de tanto bogar en vacío, terminan con unas crisis de fe de órdago a los pares o zozobran – directamente – en aguas tan poco profundas como sus vocaciones.
De un tiempo a esta parte estoy encontrando sacerdotes jóvenes que parecen dispuestos enmendar los errores de sus predecesores dedicándose a las cosas de Dios sin confundirlas con las de los hombres... es posible que la pérdida de poder de la Iglesia haya alejado de ella los indeseables que buscaban fortuna en sus filas o, simple y llanamente, que el péndulo está regresando al punto de equilibrio.
Quedan todavía simplones que están mas cerca del alcalde de Marinaleda que de Juan Pablo II, pero van siendo menos... con un poco de suerte, en unos años, los cristianos tendremos en España un clero digno de la fidelidad que profesamos, contra viento y marea, a la doctrina de Cristo.
O al menos eso es lo que deseo.

sábado, 25 de agosto de 2012

Bolinaga segunda parte

Lo de Bolinaga me lo estaba yo maliciando... Cuando el gobierno se justifica de esa forma tan teatral, es porque hay que tapar algo.
En este caso, como hemos sabido por el informe del forense de la AN, lo de Bolinaga es un camelo como lo fue aquello de “de Juana”. La diferencia es que Zapatero primero “el traidor” estaba abiertamente por la excarcelación de etarras, pero Mariano “manostijeras” subió al poder defendiendo la postura contraria.
La traición perpetrada por el PP se produce con un dolo enorme.
Y no es que Bolinaga no tenga cáncer, que lo tiene... lo que pasa es que no es terminal y puede ser tratado en la cárcel.
Eso pone al gobierno en evidencia: han aceptado la excarcelación sin existir necesidad ni – muchísimo menos – posibilidad de “prevaricación”.
Y todo esto huele que atufa...
Huele a pacto, a negociación, a chantaje...
Y a mí, personalmente, la gestión que se haga de la prima de riesgo me afecta mas o menos, pero este tipo de enjuagues me producen nauseas.
Y definen con nitidez a quienes los hacen.

sábado, 18 de agosto de 2012

Bolinaga

Son intercambiables.
El PP y el PSOE, son intercambiables, es indiferente quien gobierne.
Les voté para que el PSOE saliese de la Moncloa.... pero he hecho el canelo.
Con la mayoría absoluta mas aplastante que ha tenido nadie en España, dan continuidad a la asquerosa política de quienes nos han conducido a esta crisis.
Siempre he pensado que era un problema de complejos.
Siempre pensé que ese afán de presentarse como “centro-lo-que-sea” era una estrategia para ganar el voto pastante de la bovina clase media española... pero no es así.
Realmente el PP está, en materia moral, social, religiosa y de interpretación de la historia, muy cerca del PSOE... no hacen gala del desmesurado desprecio a los españoles que hicieron sus chulescos predecesores, pero – al no paliar los daños, al no poner orden - se convierten en cómplices de la traición perpretada.
Entraron prometiendo lo que no tenían intención de cumplir.
Son intercambiables.
Y yo, como muchos otros que conozco, nos hemos quedado sin nadie a quien votar.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Hablar para no entendernos

Con el tema lingüístico en España se sobrepasan todos los niveles de estupidez.
El mecanismo del habla, cuya finalidad es que seamos capaces de comunicarnos con otros elementos de nuestra misma especie, en España parece servir para todo lo contrario.
Sucede, además, que las lenguas mas defendidas en nuestra piel de toro, no sólo las habla una parte pequeña del conjunto, sino que además, se las puede considerar “lengua” desde hace relativamente poco.
La primera gramática catalana, que trata de poner un poco de orden en el marasmo parlante de la zona (Pompeu Fabra) es del primer tercio del siglo pasado, y la primera gramática vasca, corrijanme si me equivoco, me pega que sea incluso posterior.
Es cierto que se pueden encontrar cosas escritas en algo que suena a catalán, con una antigüedad de varios siglos, pero dependiendo del lugar en el que se escribían, usaban una estructura gramatical diferente. Incluso las palabras dedicadas a designar las mismas cosas, usaban formas distintas.
Derivadas todas del latín, lógicamente, tenían que tener cosas comunes, pero de ahí a calificarlo de “lengua”.
¿Sabían que el euskera comparte un montón de palabras con lenguas de origen bereber?...
En época de Tiberio se hablaban en el mundo muchas lenguas, pero las que usaba todo el que quería comunicarse con cualquiera que no fuese de su aldea, eran el griego y el latín.
Por otra parte, en la actualidad hay un montón de “lenguas muertas” que se estudian por amor a la cultura. El sánscrito, el araméo, las lenguas precolombinas, las que hablaban los apaches y los mohicanos... dejaron de usarse un día y no pasó nada... sólo perdieron su funcionalidad. Al final la necesidad de comunicación prevaleció sobre la conservación de la lengua.
En oriente, por mera lógica, se impondrá - supongo - el chino mandarín... en América se irá derivando seguramente hacia un “spanglish” del que no podremos librarnos los europeos... donde hoy en día la hegemonía del inglés es evidente.
El gaélico, el euskera, el mallorquín de Ibiza, la fabla aragonesa, el corso, el catalán del valle de Arán y todas las demás cosas que se hablan por el mundo en comunidades pequeñas, irán sucumbiendo a las lenguas mayoritariamente habladas, por una simple razón: la necesidad de comunicarse.
Y en ello, la “globalización” va a ser – además – un catalizador acelerante.
Por mucho dinero que se entierre en la defensa de una lengua, es evidente que un señor que escribe en catalán está condenado a que sólo lo lean un grupo reducido de personas, y si escribe en euskera, el grupo será inevitablemente mucho menor... por eso, hay muchos escritores catalanes y vascos que usan el español para narrar sus historias... comunicación, simple comunicación.
Por otra parte, no es cierto que las lenguas necesiten defensa. El catalán sobrevivió a cuarenta años de una feroz dictadura franquista que – según parece – lo perseguía con una saña inusitada, no lo incentivaba económicamente y encarcelaba a todos los que decían “bon dia” en vez de “buenos días” cuando se cruzaban con un vecino por la calle... por eso, el que suscribe, nació oyendo hablar catalán, lo entiende y lo habla con la suficiente corrección como para comunicarse con un señor de Mataró que, pese a hablar también español, se empeñe en hacernos creer que no lo entiende... y todo ello, sin haberlo estudiado nunca.
¿Si yo les dijese que buena parte del folclore, las costumbres, incluso del fomento de las lenguas locales, incluida la fundación de las ikastolas, corrió a cargo de la “Sección Femenina” del “Movimiento”, me creerían?. 
Pues fue así.
El catalán, el euskera y el lunfardo vivirán mientras sean vehículo de comunicación... en caso contrario deberán convivir con lenguas con mayor poder de comunicación.
El sueño nazi de los políticos separatistas en las vascongadas, Galicia y Cataluña es que se forme un Estado sobre la base de una lengua, cuando el proceso es siempre el contrario. ¿Sabían que en los EEUU no se habla hoy en día alemán como lengua oficial por un par de votos?... Primero existió la voluntad y después se eligió la lengua.
El español se estudia, a día de hoy, en muchísimas universidades de todo el mundo... ¿por qué no sucede lo mismo con el catalán o el euskera?, ¿por falta de financiación?... No, en el resto del mundo no se estudia catalán o euskera por falta de alumnos.
¿Se plantearía usted aprender gaélico para pasar una semana de vacaciones en el condado de Galway?... donde por otra parte es casi seguro que hablando un inglés macarrónico podría usted arrendar una habitación, beberse una cerveza, pedir un taxi...
En nuestra derecha tontita va calando cada día más la estupidez de la “identidad” y su defensa (siempre a base de soltar pasta) para evitar la “pérdida” del vehículo identitario.
La identidad y la lengua son cosas diferentes.
En España, el fomento, difusión, promoción, etcétera de las lenguas locales, se ha convertido en un negocio para los de siempre. Negocio que recibe, exclusivamente, dinero público...
Los cristianos tenemos una identidad perfectamente definida y hablamos cientos de lenguas diferentes.
Lo que hay detrás de todo esto es “pasta”, dinero de nuestros impuestos para que los choricetes de turno vivan como reyes sin dar golpe... el catalán, no necesita defensa alguna, y los que viven del cuento a su costa tampoco.

domingo, 12 de agosto de 2012

Desigualdades ecijanas

En España hay muchos problemas, pero el de desigualdad, como dicen los “rojocaspa” no es uno de ellos.
En España hay un problema de Orden Público, hay otro – inmenso – de incultura, uno de envidia y la mala leche (carga genética del españolito), y uno de corrupción política que pone los vellos como escarpias.
Luego tenemos problemas de índole moral (relativismo, edonismo, pancismo generalizado...), un individualismo que roza lo ridículo, una incomprensible satisfacción por vivir inmersos en la sociedad mas mediocre de Europa y, para colmo, un problema económico.
En el origen de este problema económico intervienen varios de los descritos previamente, y lo crean o no, para llegar a la solución “económica”, tendremos que minorizar los efectos de todos los otros problemas que he mencionado.
Mientras tanto, nuestra izquierda circense, esa que todavía no ha interiorizado la caída del telón de acero y sigue pensando – frente a las numerosas evidencias - que el marxismo aporta soluciones a cosa alguna, se dedica con toda su artillería mediática a crear desconcierto y malestar, a exaltar el odio y a hacer demagogia que es, dicho sea de paso, es lo único que sabe hacer con maestría.
Cuando el bolchevique de Marinaleda asalta un supermercado y ocupa ilegalmente una finca, la izquierda lo denomina “anécdota” y pide al gobierno que no “sobreactúe”... ¿Que habría pasado si el asalto lo hubiese hecho Cáritas?
Lo digo, mas que nada porque es, precisamente Cáritas, quien está dando de comer al “lumpenproletariado”, a los inmigrantes “en peligro de exclusión” y – cada vez mas – a una parte de la clase media en creciente e inevitable paro.
Pero no teman, Cáritas nunca asaltará un supermercado... en Cáritas no hay “chuloputas” sindicales ni milicianos de baratillo... dan de comer sin robar, amedrentar a las cajeras del Mercadona y amenazar con violencias futuras al resto de los españoles, esa es la principal diferencia.
En España no hay desigualdad social... y menos en Andalucía.
Quizá convendría recordar que ninguna región española ha vivido del cuento, y del dinero público del modo que lo ha hecho Andalucía. El “paro agrícola” y las subvenciones clienteristas de la Junta de Andalucía (ejemplo de corrupción donde los haya) han impedido – literalmente – el desarrollo de cualquier actividad económica decente.
Ahora que ya no hay dinerito que llevarse al gañote, por la jeta andalusí que pintó Julio Romero, se rebota el personal.
No son los únicos, el “oasis” catalán está también que trina... contra quien no debe, pero que trina.
Y que curioso, es precisamente en estas zonas donde se está asentando “la primavera de los descerebrados”... en forma de alcaldes castristas abajo y de antisistemas arriba.
No hay desigualdad... el pequeño empresario – igual que el muy subvencionado jornalero (subvencionado él, su mujer y sus tres hijos mayores de 18 años, hicieran o no las cuarenta peonadas), el sindicalista de gañote ancho y los que vivían de rascarse las gónadas o hacerse su sueldecito “en negro” - se ha ido a pique y para los pocos emprendedores que quedan, tratando de sobrevivir a este marasmo, pintan bastos.
Este gobierno de cantamañanas va a tener que repartir estopa de la buena si quiere sacar algo en limpio de todo esto, si no, como siempre, la basuraza stalinista se lo comerá por los pies.
Y a nosotros con ellos.

viernes, 10 de agosto de 2012

Los derechos del pueblo

Hace un par de días, dando una vuelta por el Corte Inglés, en Barcelona, me sorprendió cruzarme con una señorita que llevaba en la mano derecha – mientras hacía sus compras - la rueda delantera de una bicicleta. La rueda tenía – eso si - un sistema de sujeción rápida (de esos de palanca de presión) que permite cambiarla en cosa de segundos...
El tema me llamó la atención por lo evidente del hecho: esta muchacha, me dije, lleva la rueda de su bicicleta a todas partes porque, obviamente, en alguna ocasión se ha visto en la situación de aparcar su bicicleta y encontrársela sin rueda delantera al regresar a por ella.
Otra cosa a observar es que en los lugares donde hacen “aparcamientos para bicicletas” ( lo de la bici es lo último en modernidad urbana), los vehículos allí depositados carecen de sillín.
No concibo, ni como chiste, que alguien sea capaz de conducir una bicicleta durante veinte minutos sin sentarse en el sillín... y el tubo metálico que deja la ausencia de asiento no invita, precisamente, a sentarse sobre él.
Si uno espera un tiempo prudencial, verá que el dueño de la bicicleta, cuando quita el candado que bloquea las ruedas o fija la bicicleta al poste correspondiente, lo que hace después es sacar un sillín de una mochililla y ponerlo en el lugar adecuado. Hecho esto, se monta en el biciclo y se marcha pedaleando como un campeón.
¿Por qué?... pues muy sencillo, porque si deja el sillín puesto al aparcar la bici, a su regreso, no hay sillín.
¿Qué explicación tiene este fenómeno?
Yo se lo cuento.
La explicación a estos comportamientos de los ciclistas se encuentra en el hecho innegable de que España es un país de chorizos.
En la vieja piel de toro, los chorizos se cuentan por legiones, y yo no sé si en otros países sucederá lo mismo, pero en este que me ha tocado en suerte, tenemos un género literario que se denomina “picaresca” y que, básicamente, está dedicado a la exaltación del chorizo o choricillo, del timador de todo a cien, del “listillo” profesional... en España, el “mangui” viene de fábrica.
Hace unos años (en los albores de esta cleptocracia que padecemos) se me ocurrió mantener una discusión acerca de la clase política española, aludiendo en mis argumentos la brillante diferenciación que hace Ortega entre el “político ideal” y el “arquetipo de político”... (por no extenderme, la diferencia entre San Isidoro y Maquiavelo). En un momento dado me quejé de lo laxa que tenían la mano los políticos con el dinero público (era la época de las incomprensibles compras de crudo a Petromex, el escándalo de Mercasevilla, Juanito Guerra “el conseguidor”, los negocietes de Felipe González, los “convolutos” en maletín de cuero, los pelotazos de la Expo... en fin, esos añorados años de gloriosa transición democrática que tantas lágrimas hacen derramar a los idiotas), y la respuesta de mi interlocutor fue algo así como que después de tantos años con la “derecha” robando, no pasaba nada porque le tocase un poquito a la “izquierda”... aquello de “los tuyos más” que tiene siempre en la boca ese chiquitito zafio, maleducado y gritón que puebla nuestra geografía.
Hace un par de días he contemplado abochornado como una partida de homínidos se ha metido en un par de supermercados a robar “para el pueblo”... azuzados por esa momia stalinista que lleva de alcalde de Marinaleda toda su vida laboral.
La retórica casposa y putrefacta de los implicados en tan “loable” hazaña me ha recordado tiempos muy lejanos, cuando yo era un chaval, y el lanzamiento de adoquines contra la policía parisina era, para mal de la humanidad, lo más de lo más... en las tertulias de los señoritos rojos que güisqui en mano (de marca, por supuesto) criticaban lo que hacían sus papás... los suyos, porque el mío trabajaba como un borrico y sus vástagos no teníamos tiempo – ni dinero – para güisquis filisófico- marxistas.
Los señoritos del marxismo de mi juventud son ahora millonarios. Muchos de ellos lo son gracias al dinero “del pueblo” que como todo el mundo sabe “no es de nadie”... pero no han renunciado a ese origen proletario que jamás tuvieron.
Ahora, con sus abultadas cuentas en Suiza o en las Caimán y sus inversiones inmobiliarias en Venezuela, se dedican a soliviantar al españolito de a pié, para montar un “Casas Viejas” a mayor honra de sus trasnochados ideales.
Yo, y ellos, sabemos que lo de Casas Viejas no se repetirá (la parte de los “tiros a la barriga”, digo)... no mientras gobierne la derechona del “perdóneme usted”, lo que sí puede llegar a pasar es que un día, alguien pierda la chabeta y se lleve por delante a unos cuantos de estos “sindicalistas de presidio” con postas del doble cero...¿Y entonces qué?
Echar de España a toda esta basura que pretendió convertir nuestra Segunda República en un satélite de la URSS (que es lo que pasó, y no lo que nos cuentan) costó tres años de guerra y muchos, pero que muchos litros de sangre.
¿No hemos aprendido nada?
Entonces, convendrán conmigo, tenemos lo que nos merecemos.