Escuchar ayer a Pilar Manjón despotricar contra la posible reapertura del juicio sobre la matanza del 11 de Marzo me ha dejado atónito.
No lo entiendo.
De que el juicio del 11-M se cerró en falso hay pruebas a patadas, pero la principal es que las víctimas del atentado no dejan de pedir que se siga investigando.
Del 11-M no se saben muchas cosas, empezando por quien dio la orden de atentar contra centenares de inocentes, pasando por cual fue el explosivo utilizado (detalle que puede reconducir una investigación), o quién dio la orden de destruir las trenes a los dos o tres días del atentado...
Hay muchas sombras en una investigación que se llevó a cabo con el propósito de cerrar esto lo antes posible y pasar a otra cosa y, por lo tanto, se hizo chapuceramente.
Si la “versión oficial” fuese tan incuestionable, los “conspiranoicos” - como gusta llamar la izquierda a todo el que no se traga sus ruedas de molino – habrían desaparecido de la faz de la tierra debido, sobre todo, a la evidencia de las pruebas... pero no es así.
Sin embargo, de forma similar a lo que sucedió con el GAL, la izquierda se opone sistemáticamente a que se investiguen los hechos, a que se ponga en tela de juicio la “versión oficial” y a que se hable del asunto en otros términos que no sean los que ellos dictan.
¿Por qué?
No lo entiendo.
Apoyan que se abran tumbas del año 1.936, que se gasten miles y miles de euros en juzgar a señores que llevan treinta años muertos, para defender el “derecho a saber” de los nietos de la víctima... pero cuando el finado es de hace ocho años, su hijo, hermano, esposa o padre, no tiene el “derecho a saber”... se tiene que conformar con lo que le cuentan y no pueden “alterar la evolución social”.
Es de locos. Nuevamente la izquierda trata de decidir en España lo que puede y no puede investigarse... y esto del 11-M, por lo visto, no puede investigarse... ¡Y vale ya!
¿Por qué se oponen?... ¿Tiene nuestra izquierda algo que ocultar?.