Ya vuelve la burra al trigo.
Ayer volví a sonrojarme escuchando al cursi del espejo hablando de “negociación” con los independentistas.
Estaba cantado.
Esto forma parte de los acuerdos para conseguir que el solo guapo atornillase su trasero a la poltrona Monclovita… y no lo han hecho antes porque se les vino encima el COVID-19 y había otros escándalos con los que tapar el despilfarro intolerable al que nos han sometido estos mendrugos.
Y es que me reafirmo en lo que vengo diciendo hace muchos años: el problema de Cataluña no está en Cataluña, está en Madrid.
Está en los sucesivos gobiernos que se han tragado lo de que en Cataluña había que resolver un problema político, generando con ello un verdadero problema político.
Esto se podría haber atajado metiendo en la cárcel a Jorge Pujol cuando la lió parda con el caso “Banca Catalana” o a Aturito Mas cuando lo del 3%…
Ni siquiera hacía falta tocar la política.
Bastaba con desmontar la inmensa estructura de robo que suponían Omnium Cultural y demás administraciones paralelas.
Bastaba con fiscalizar de verdad lo que Cataluña estaba haciendo con el dinero.
Y por supuesto, bastaba con aplicar los artículos importantes del la Constitución, aquellos correspondientes a la soberanía, la obligatoriedad de hablar español, etc.
Pero uno tras otro le han dado la espalda a la evidencia mas incuestionable de todo este lio: que un independentista, lo que quiere realmente, es la independencia.
Eso es lo que quiere.
Y si no le das eso, no se va a quedar contento.
En el camino te extorsionará, te robará la cartera, te hará hacer el ridículo en Europa, te obligará a indultar a delincuentes sin el consenso de la ley… pero hasta que su objetivo no se cumpla, no parará.
De hecho, no necesito una bola de cristal para predecir que en el caso de que se hiciese un referéndum pactado en Cataluña y los independentistas lo perdiesen, volverían a la carga cinco años después.
Porque ellos lo tienen muy claro.
Los que no lo tienen claro, o simplemente les importa un comino, es a los que gobiernan en Madrid.
Señor Sánchez, ¿Le puede dar usted la independencia a estos señores?
Si la respuesta es “no”, le ruego que deje de hacernos perder dinero en extorsiones, y tiempo que podría usarse en arreglar problemas reales.
Y empiece a meter a esta gente en la cárcel por haber robado con las dos manos a los españoles y a los catalanes, que lo de los Pujol pasará a la historia como el mayor robo perpetrado – impunemente - por una sola familia a las arcas del Estado durante el último siglo.
No hace falta encarcelarlos por “sus ideas”, puede hacerse por malversación.
Y una ultima cosa, el coito no es delito salvo que una de las partes se oponga, si sucede eso, al acto en sí se le llama violación… y si que es un delito.
Con lo de “votar no es delito” sucede lo mismo.
A ver si vamos abriendo los ojos.