Ayer se produjo una agresión homófoba.
Y fue aterradora.
Un chaval de veinte años acudió a poner una denuncia a la comisaría diciendo que a media tarde, en el barrio de Malasaña, ocho encapuchados le habían agredido y le habían grabado en una de sus nalgas la palabra "maricón" con un cuchillo.
La verdad es que el tema pone los pelos de punta.
Pensar que por las calles de Madrid se mueven manadas de alimañas capaces de agredir y humillar a un chaval por el hecho de ser homosexual, es aterrador.
Es aterrador e intolerable.
Y la sociedad en su conjunto lo ha visto así.
Ayer las televisiones y sus tertulianos se pusieron las botas con el tema
Y ya que hablaban de homofobia, aprovecharon para culpar a Vox de la agresión, pues aunque no fuesen militantes de Vox los agresores, no cabía duda de que el partido de Abascal y sus votantes tenian una grave responsabilidad sobre los hechos.
Madrid - ahora si - pasaba a ser ciudad homófoba por culpa de Ayuso y de Almeida, porque la otra vez, cuando mataron a patadas a un chico en Galicia no pudieron achacárselo a Ayuso pese a que lo intentaron.
La cosa ha sido tal que el gobierno de pinocho convocó un consejo extraordinario para tratar el tema de las agresiones homófobas.
Jorge Javier Vazquez, el gato rabón de telecinco, manifestó no sentirse seguro en un Madrid donde manadas de energúmenos campan a sus anchas agrediendo a homosexuales.
Dijo, concretamente, sentir miedo de pasear por Madrid en según que zonas.
Y Vox en el centro del discurso.
Lo de siempre.
Pero hoy hemos sabido la verdad de boca del agredido
No había encapuchados, no eran ocho, no eran homófobos y no tenían nada que ver con Vox.
Al muchacho, que no debe andar muy allá de luces, no se le ocurrió otra cosa que citarse por internet con otros homosexuales para practicar eso que llaman "sado-maso" (actividad en la que un sádico interacciona con un masoquista)... por supuesto - y esto es importante - la cita se produce a espaldas de su pareja que tambien es homosexual.
Es decir que el muchacho le pone los cuernos a su pareja con otros y, cuando se dá cuenta, tiene la palabra "maricón" y una cruz invertida grabadas con un cutter en su trasero.
Para evitar que su pareja lo corra a boinazos (aunque sea figurativamente hablando) al gachí no se le ocurre otra cosa que inventarse una trola descomunal y plasmarla en una denuncia.
Quizá esperaba que el caso se cerrara por incapacidad de encontrar a los culpables (dado que no existían), pero fue a dar con nuestra policía.
Una policía que en 24 horas ha dado con la verdad de este asunto.
Ni agresión, ni homófoba, ni Vox.
¿Creen ustedes que los que se lanzaron al cuello de Abascal pedirán disculpas?
¿Creen que nuestros informadores y tertulianos van a pedir responsabilidades al chico por el engaño perpetrado?
¿Creen que cambiarán el discurso una vez demostrada la calumnia?
Y a los homosexuales que grabáron con un cuchillo las nalgas del chico, ¿Alguien les afeará la actitud?
¿Acuchillar las nalgas de un colega homosexual es legal si se produce con consentimiento del afectado?
¿Veremos a los sádicos sentados en un banquillo?
No, no pasará nada porque, a nuestra izquierda, la verdad le importa un comino.
Y a esos lobbys LGTB que tanto chillan, lo que menos les importa en este mundo son las nalgas acuchilladas del agredido... salvo que el agresor sea de Vox.
Y cuando la realidad contradice su relato, asumen que la realidad es falsa... y Vox tiene que ser el culpable de esta agresión aunque no se haya producido.
España se polariza, pero la culpa es de la ultraizquierda y sus campañas de acoso.
¿Recuerdan ustedes lo bien que se vivia en España hasta que apareció Podemos?
miércoles, 8 de septiembre de 2021
Maricón
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