viernes, 25 de diciembre de 2020

Una buena noticia

«No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». 

Dios se ha hecho niño... ¡Adeste fideles!

¡Felíz Navidad!

Que el Dios niño os colme de venturas, traiga a España esa cordura que tanta falta nos hace, y nos de fuerzas para afrontar lo que tenga que venir.

Un fuerte abrazo a todos.


jueves, 17 de diciembre de 2020

Ven a mentirme esta Navidad

El mismo comité de expertos que al principio de la pandemia decía que ir al infectódromo del 8-M no era peligroso, que ocultó veinte mil muertos en la primera ola de COVID, que se dedicaba a ocultar los féretros para sacar enfermeros bailando y tontainas (entre los que me incluí al principio) aplaudiendo en los balcones a las ocho, ha decidido amargarnos las fiestas de Navidad.

Esos expertos - que no existen - avalados por su "expertitud" (como dice esa analfabeta que ostenta una vicepresidencia) han decidido, por ejemplo, que los autotest que se compran por tres duros en la farmacia "no valen", pese a que el porcentaje de detección del bicho es altísimo, pese a que sería una estupenda herramienta para sacarnos de dudas, para quitarnos un poco el miedo, para permitirnos obrar en consecuencia y sin ignorancia...

Y lo ha hecho, exclusivamente, porque lo ha sacado adelante Ayuso como medida para evitar lo que estos hijos de la Gran Bretaña quieren hacer con nosotros: aislarnos, encerrarnos y mantenernos asustados.

Es así.

Propagan el miedo para  anularnos mientras aprueban importantes leyes para nuestra salud como - por ejemplo - la que permite a tus herederos desenchufar la máquina a la que estas conectado porque "tu vida no merece ser vivida", o favorecer que un paciente en plena depresión pida suicidio asistido, o que un médico decida si debes vivir o no... o peor aún, que lo decida un juez.

Estos hooligans de la muerte están aprovechando nuestro encierro para desbaratar España ante la tímorata y muy tímida reacción de nuestros jueces, la obediencia bovina de nuestros fiscales y la absoluta indiferencia de este pueblo que - una vez - fué asombro del mundo.

No me creo nada que salga de la boca de Pedro Sánchez y de su caterva de "asesores" (hasta trescientos) sin la EGB terminada (114 con el graduado escolar como único curriculo) porque he visto lo que hacen.

Van a lo que ván y todo lo que dicen es mentira... en nuestras manos está sucumbir al miedo.

Y no estoy diciendo que nos saltemos las reglas elementales de seguridad, estoy diciendo que apliquemos únicamente las que son sensatas y razonables, distinguiendo éstas de lo que son caprichos y bravuconadas del psicópata que hace las veces de chulo del patio de colegio.

Y  conservar la memoria fresca, porque un día a esta pandilla de criminales y amigos de los criminales, habrá que aplicarles un severo correctivo, y para entonces, la tradicional memoria de pez del pueblo español, permitirá que se vayan, como siempre, de rositas.

Los españoles no sólo nos estamos mereciendo un gobierno que nos mienta, nos estamos mereciendo uno que nos arruine, que haga ignorantes y sumisos a nuestros hijos y que rompa en mil pedazos lo que se unió hace muchos siglos.

Me duele España... me duele mucho.

viernes, 11 de diciembre de 2020

¿A qué estais jugando?

Estoy empezando a hartarme de la estupideces de nuestros gobernantes.
Entre ellas, las que mas me sacan de quicio son las derivadas de la lucha contra esta pandemia donde cada vez tengo mas claro que no saben ni por donde les da el aire.
Las incongruencias se acumulan en normas estúpidas y lesivas para nuestra economía y nuestra salud mental.
La mas graciosa es el toque de queda… cierran todos los bares a las seis de la tarde y, si te das una vuelta a las nueve de la noche, no está abierta ni la iglesia... no hay a dónde ir, pero no te dejan dar un paseo por las calles desiertas con tu perro.
Es más ¿Qué carajo es eso del toque de queda?… ¿Estamos en guerra con alguien?
De modo que puedo estar con mi anciana madre en su casa hasta las nueve y media de la noche, pero si me quedo hasta las diez, me arriesgo a que me multen.
¿A qué leches están jugando?
Es más… porqué conculcan mis derechos dictando normas caprichosas y sin sentido.
Nos podemos reunir seis ¿Porqué?… ¿Porqué no ocho?… ¿Porqué no diez?
Que inexistente comité de expertos en nada está manejando esta mierda.
Los bares pueden abrir hasta las seis de la tarde, ¿Porqué no hasta las diez?…
Si puedo entrar en un supermercado, ¿Porqué no puedo estar en la terraza de un bar?
¿Hay menos riesgo de contagio en un supermercado que en una terraza al aire libre?
Y si puedo ir a un supermercado, ¿Porqué no puedo ir a una zapatería o a una ferretería?
Lo de la mascarilla está muy muy bien para zonas cerradas, pero si estoy dando un paseo por un descampado ¿Porqué tengo que llevarla?… ¿Puedo contagiar a alguien si está a cincuenta metros de mí?… ¿Me puede contagiar él?
Nuestros hijos van al colegio a convivir con otros niños que a su vez conviven con otras familias… ¿Eso no es un infectódromo?
Yo no puedo salir de mi municipio ni mi hija que está en Madrid puede venir a verme, pero los negritos que llegan en patera a las Canarias pueden moverse en avión libremente por toda España… por supuesto sin que nadie les haga un puñetero test ni les pregunte a que vienen.
En navidad podremos reunirnos diez “allegados”, pero dos días después, ya no… ¿Porqué?
Y voy más allá… ¿Seis meses de estado de alarma?… ¿Seis meses seguidos sin que estos zurupetos rindan cuentas a nadie?.
Estoy hasta la coronilla.
Estoy cansado de que me traten como a un idiota y me apliquen el articulo 26 cuando les apetece.
Mañana saldré a comprar una estrella de David para cosérmela al abrigo y llevarla por la calle, como señal de protesta por lo que están haciendo con nosotros estos nazis de pacotilla que nos gobiernan… y en navidad invitaré a mi casa a quien me salga de donde dijimos… y me reuniré con quien me dé la gana, porque a las tres de la tarde puedo reunirme con los amigos aunque a las ocho no pueda.
Y si un vecino me llama la atención por algo lo mandaré (a él y a su madre) a la mierda mas próxima por hacer de policía sin carnet.
Y todo esto, será teniendo en cuenta que nadie se ha dignado hacerme un test para ver cual es mi estado... porque para eso no hay dinero.
Tal vez no me muera de COVID, pero lo mismo me muero de vergüenza y asco.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Los indignaditos del progreso

Yo comprendo que a la izquierda española le moleste en sobremanera que la Comunidad de Madrid se gaste nuestros impuestos en hacer un hospital público en un tiempo record para desahogar de "zonas sucias" a los demás hospitales de Madrid, dado que la tradición del PSOE y los sindicatos mayoritarios lo que marca es que ese dinero se gaste en cocaina, marisco y putas... que es en lo que se gastan el dinero de los parados cuando tienen ocasión.

Lo que está haciendo el Gobierno de España con la Comunidad de Madrid no tiene nombre... si hace porque hace, y si no hace porque no hace.

Siempre he pensado que la Administración es el principal enemigo del ciudadano en los sistemas denominados cleptocracias (que es lo que venimos disfrutando en España) y que en etapas "de progreso" esta enemistad se acentúa hasta la nausea.

Como Cataluña está devastada por el sistemático saqueo de los separatistas, la aprobación de los presupuestos pasa por un pacto para hundir Madrid en un infierno fiscal... y lo llaman progreso.

A los autónomos les suben las cuotas en unos momentos en que el emprendimiento está siendo sistemáticamente dificultado por la legislación vigente... legislación de progreso, claro está.

Como país somos, el que peor ha gestionado la pandemia, el que mas muertos ha tenido (per cápita), el que mas dinero ha perdido en el camino y el que mas negra tiene la recuperación... todo un alarde de progreso.

Aprueban por via de urgencia una ley de educación muy progresista que nos va a llevar al vagón de cola de Europa convirtiendo nuestros colegios en campos de reeducación como los de la República de Kampuchea.

La literal invasión de ilegales, todos jóvenes, todos con teléfonos móviles, todos sanos y fuertes (aquí no nos llegan depauperados refugiados de lejanas guerras) está produciendo un sinfín de problemas siendo el menor de ellos el aumento de ocupación de inmuebles... pero eso es lo que tiene el progreso.

Mientras estamos encerrados en nuestras casas, sin poder salir de nuestras comunidades, nuestras segundas viviendas se llenan de africanos que no podremos echar por la fuerza de la ley ya que, cada vez que se plantéa la propiedad privada, las fuerzas del progreso se oponen a reconocerla.

Se han hecho con los medios de comunicación, están minando la justicia, someten a los españoles a un empobrecimiento irracional, abusan una y otra vez de nuestra paciencia y pactan nuestro futuro con los que quieren que España - como nación - no tenga futuro... pero, eso si, con mucho progreso.

Y yo que quieren que les diga, cada vez que veo a los indignaditos del progreso, manifestarse frente a un nuevo hospital en plena pandemia me entran unas ganas enormes de mandarlos a zurrir mierda con un látigo... a ellos y su progreso.

Porque si esto es un gobierno de progreso prefiero volverme a las cavernas.